La madre de Salvador Ramos, el joven de 18 años que irrumpió en una escuela primaria de Texas y asesinó a 21 personas, de las cuales 19 eran niños, dijo que su hijo no era una persona violenta.
Adriana Reyes habló con ABC News y explicó que su hijo era agresivo cuando se enojaba, pero que “no era un monstruo”. “A veces tenía una sensación de desasosiego, como de ¿qué estás tramando?”, dijo.
“Todos tenemos rabia, pero algunas personas tienen más que otras”, intentó explicar Reyes, quien dijo desconocer que su hijo había comprado armas.
Durante la entrevista, la madre de Ramos se refirió a los niños asesinados y sus familias. “Esos niños. No tengo palabras”, dijo Reyes entre lágrimas
“No sé qué decir sobre esos pobres niños”. Algunos compañeros de clase dijeron a ABC News que Ramos era conocido por pelear y amenazar a sus compañeros.
En otra entrevista pero para Televisa, la mujer se mostró realmente afectada y pidió a las personas que no juzgaran a su hijo. “No sé lo que estaba pensando. Él tenía sus razones para hacer lo que hizo y por favor no lo juzguen. Ya no más”, dijo.
Masacre de Texas
Este martes Salvador Ramos, de 18 años, ingresó a una escuela primaria de Uvalde, Texas, donde disparó y mató a 19 niños y a dos de sus maestros.
Descrito como un joven que había sufrido ‘bullying’ durante mucho tiempo y con un historial de autolesiones, Ramos cumplió 18 años el 16 de mayo y compró su primer rifle al día siguiente. Tres días después, compró el segundo, y 375 rondas de municiones.
La Policía llegó al lugar de la matanza en respuesta a un informe de un vehículo accidentado. Al escuchar disparos provenientes de la escuela, corrieron adentro y fueron atacados por disparos. Algunos policías comenzaron a romper ventanas y a evacuar a niños y maestros.
La Policía ayudó a detener al atacante con un equipo táctico que incluía agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, que tiene una oficina en esta localidad ubicada a solo 100 km de la frontera con México.
“Al ingresar al edificio, los policías y otros agentes se enfrentaron a disparos del sujeto, que estaba atrincherado”, dijo Marsha Espinosa, vocera del Departamento de Seguridad Interior (DHS) de Estados Unidos.
Las fuerzas de seguridad “se interpusieron entre el atacante y los niños para desviar la atención del atacante de las posibles víctimas”, explicó.
Pasaron más de 30 minutos desde que Ramos ingresó a la escuela y finalmente uno de los agentes de la Patrulla Fronteriza le disparó y lo mató.