La ONG Aldeas Infantiles publicó un informe en el que habla sobre la situación en Haití y la vulnerabilidad creciente de los niños que allí son asistidos. En este contexto, señala que “la creciente inseguridad y la falta de combustible” dificultan su labor e impiden hacer llegar productos de primera necesidad a niños, niñas y familias afectados de una u otra forma, ya sea por la pérdida de familiares, de hogares o por la imposibilidad de cubrir sus necesidades básicas.
En cualquier caso, la organización señala que continúa atendiendo a la infancia más vulnerable, tanto en sus programas permanentes de cuidado alternativo, fortalecimiento familiar y educativos, como a través del Programa de Emergencia, puesto en marcha tras el terremoto del pasado 14 de agosto.
Por otro lado indica que, a principios de noviembre, todos los niños, niñas, educadores y demás personal de la Aldea Infantil SOS de Santo, en Puerto Príncipe, tuvieron que ser reubicados para garantizar su seguridad ante la amenaza de las pandillas en la capital.
El deterioro de la situación sociopolítica en el país caribeño ha ido en aumento desde el asesinato del presiente Jovenel Moïse en julio, alerta la ONG, que añade que los secuestros y la violencia “están a la orden del día”, con bandas armadas o pandillas que dificultan la circulación de personas e impiden que el combustible llegue a la población, lo que está afectando a hospitales, escuelas, negocios y a la labor de organizaciones como Aldeas Infantiles SOS, que trabaja para proteger a la infancia vulnerable en Haití y mejorar sus condiciones de vida desde 1978.