Espeluznate. Esa es la palabra para describir lo que ocurrió en Texas, Estados Unidos. Dos hermanos de 19 y 21 años asesinaron a balazos a cuatro miembros de su familia y luego se suicidaron en su casa como parte de un pacto sellado al parecer un mes antes.
Según se informó, los responsables de esta tragedia fueron los hermanos Farhan y Tanvir Towhid, cuyos cuerpos fueron descubiertos el pasado lunes junto a los sus padres, su abuela y su hermana.
Durante la investigación, las autoridades descubrieron en la cuenta de Instagram del joven Farhan una nota de suicidio de 12 páginas.
“Hola a todos. Me suicidé y maté a mi familia”, arrancaba el relato donde detalló cómo él y su hermano tramaron el crimen en febrero, difunde New York Post.
Del escrito se desprende que ambos hermanos sufrían una profunda depresión y se plantearon acabar con sus vidas y las de sus familiares si no lograban “arreglar todo” en el plazo de un mes.
El comienzo del plan
El primer objetivo era conseguir dos pistolas. Y aunque inicialmente creyeron que sería complicado, confesaron que resultó fácil porque “el control de armas en EE.UU. es una broma”.
“Mi hermano solo tuvo que decir que quería un arma para defensa del hogar, firmar algunos formularios y listo. Le hicieron alguna pregunta sobre si tenía alguna enfermedad mental, pero mintió”, explica la nota.
Según la Policía de Allen, jamás habían tenido algún indicio de la familia Towhid que hubiese podido ofrecer pistas para evitar la tragedia, producto de la depresión que padecían los dos hermanos.
“Si solo me suicido, (mis familiares) quedarían destrozados. Amo a mi familia, de verdad. Y es exactamente por eso que decidí matarlos”, confesó inquietante Farhan, y estremece a cualquiera que se anima a leer.
Luego de trascender el caso, se pronunció la doctora Leigh Richardson, directora de Brain Performance Center, un centro de salud que lucha contra afecciones de esa índole y otras de carácter emocional, conductual y cognitivo.
“Debemos reconocer que la depresión es muy común y ocurre a edades muy tempranas. Y si tiene un hijo, un hermano, una pareja o simplemente un amigo que cree que puede estar sufriéndola, dialogue con él”, aconseja la profesional, apelando a estar más atento a lo que sucede con nuestros seres queridos y cercanos.