Este miércoles miles de trabajadores de ambulancias comenzaron una importante huelga que afectó gravemente a los servicios de emergencias.
Ante esto, desde el Gobierno pidieron a los británicos que sean prudentes y que antes de llamar al 911 se pregunten si su vida realmente está en peligro. “¿Voy a morir?”, es el cuestionamiento que deberían hacerse las personas según las autoridades.
Además, recomendaron a la gente que evitar los deportes de contacto, los desplazamientos innecesarios en auto o las borracheras para reducir el riesgo de que necesitaran asistencia durante la mayor huelga en tres décadas de paramédicos, telefonistas y técnicos de ambulancias en Inglaterra y Gales.
Tres sindicatos de ambulancias convocaron huelgas de 12 o de 24 horas. Prometieron responder a los avisos donde hubiera vidas en peligro.
“El sistema se verá bajo una enorme presión hoy’', dijo el secretario de Salud, Steve Barclay, a Sky News. “Le decimos a la población que utilice su sentido común en términos de qué actividades hace, sean conscientes de esas presiones sobre el sistema’', agregó.
Stephen Powis, director médico nacional de salud del Servicio Nacional de Salud en Inglaterra, recomendó a la gente que no acabara “borracha”.
“Es temporada de fiestas, antes de Navidad, de modo que disfruten, pero obviamente no beban tanto que terminan con una visita innecesaria a una sala de urgencias hospitalarias”, señaló.
El personal de salud y otros trabajadores del sector público han pedido grandes aumentos salariales ante una inflación que ha batido récords de varias décadas y se mantenía en el 10,7% en noviembre.
El gobierno del primer ministro conservador Rishi Sunak afirma que subir los salarios del sector público en dos dígitos impulsaría aún más la inflación. En tanto, los líderes sindicales acusaron al gobierno de alargar las huelgas de forma deliberada.
Otras huelgas en Gran Bretaña
Los trabajadores de ambulancias tenían previsto volver a hacer huelga el 28 de diciembre. Trabajadores ferroviarios, agentes de pasaportes y empleados postales también convocaron paros durante las navidades.
La oleada de huelgas más intensa de Gran Bretaña en décadas respondía a una crisis de coste de la vida impulsada por los precios disparados de la comida y la energía tras la pandemia del Covid-19 y la invasión rusa de Ucrania, informó Associated Press.
El gobierno apostaba a que la opinión pública se volviera contra los huelguistas cuando la población en todo el país enfrentara aplazamientos en sus citas hospitalarias, cancelaciones de trenes y demoras en sus viajes durante las navidades. Sin embargo, los sondeos de opinión mostraban un alto nivel de apoyo a los trabajadores.