Al menos 165 muertos ha dejado el temporal en el oeste de Europa, en su mayoría del oeste de Alemania. Esto es debido al temporal de gran magnitud sin precedentes que se registró esta semana y causó inundaciones, derrumbes, centenares de desaparecidos y pérdidas millonarias.
Según la agencia de noticias Télam, Luxemburgo, Países Bajos y Suiza acusaron grandes cantidades de destrozos materiales. Lo más lamentablemente es que la cantidad de decesos continúa aumentando a medida que los rescatistas acceden a las zonas más destruidas y dan con los cuerpos de personas atrapadas.
Este sábado se conoció el último balance, la cantidad de fallecidos escaló a 165 personas, de las que se registraron 24 en Bélgica y 141 en Alemania, que también cuenta con cientos de heridos, en su mayoría de los estados de Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia.
De a poco los habitantes que salieron disparados de sus casas por las grandes inclemencias climáticas, están retornando a sus hogares, la mayoría al regresar se encuentran con un escenario deplorable. Las casas se encuentran semi destruidas, los árboles arrancados, muchos vehículos por el agua, las calles y puentes hundidos y el suministro eléctrico que está cortado por precaución y para facilitar el trabajo de los rescatistas.
El domingo viajará a la zona afectada la canciller, Angela Merkel, en el pueblo de Schuld, en Renania-Palatinado, denominada “Mártir” después de haber quedado casi completamente arrasado.
Comenzaron con los trabajos de limpieza de escombros y barro que interrumpen el paso en las calles de las zonas afectadas, los equipos de bomberos, servicios de protección civil, los responsables locales y militares.
Las inundaciones en el oeste de Alemania, se debieron a el colapso de los ríos pequeños que salieron de su cauce por las fuerte lluevas, invadieron las zona habitadas, que están en lugares que no está apto para vivir, según informó AFP.
Es complejo establecer un balance totalmente certero de los desparecidos, esto es por las dificultades que presentan debido a la circunstancias sobre todo en lo que respecta las redes de comunicación, lo que hace que muchos habitantes no estén localizables.
Esta catástrofe fue de “una magnitud histórica”, relató Armin Laschet, el gobernador de Renania del Norte-Westfalia, ciudad al oeste de Alemania. Son pérdidas tan grandes y “tan importantes que nos tendrán ocupados durante mucho tiempo”, confesó la dirigente de Renania-Palatinado.
Según los pronósticos, la fuerte inclemencia climática debe calmarse durante este fin de semana en las regiones que más sufrieron de Alemania y Bélgica. En este último hay, además, más de veinte desaparecidos y su primer ministro Alexander de Croo, dictó un día de luto nacional el día martes.
En el pueblo de Angleur, al sur de Bélgicas, sus ciudadanos retiraban los muebles completamente mojados sobre las calles y trataban de disminuir el agua que encontraban en las plantas bajas.