Un crucero turístico de la línea operadora MSC Cruises arribó al puerto de Brooklyn, Nueva York, con una ballena muerta en su proa. Tras el trágico hecho, se llevó a cabo una autopsia para determinar si la muerte del cetáceo se debe a un golpe del barco o si falleció en otras circunstancias.
La comunidad científica, defensores de la vida marina y cientos de ciudadanos no salen del shock y la indignación tras ver las lamentables imágenes de la ballena de 13,4 metros de largo que fue arrastrada por el crucero MSC Meraviglia el pasado sábado.
En particular, este ejemplar era una ballena Sei, una especie de las menos conocidas y declarada en peligro de extinción, según precisó la vocera de pesca de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), Andrea Gómez.
Desde la línea de cruceros indicaron que el barco turístico se dirigía a puertos de Nueva Inglaterra y Canadá cuando se percataron de la ballena en la proa. “Notificamos inmediatamente a las autoridades pertinentes, que ahora están llevando a cabo un examen de la ballena”, remarcó Sidney Sterling, director de relaciones mediáticas de MSC Cruises.
“Estamos profundamente entristecidos por la pérdida de vida marina”, agregó. En este sentido, el vocero afirmó que la empresa cumple con todas las regulaciones destinadas a proteger a las ballenas, incluida la modificación de itinerarios en ciertas regiones para evitar cualquier colisión con estos mamíferos marinos.
El cadáver del cetáceo fue trasladado a la costa de Nueva Jersey donde personal de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica realizó una autopsia este martes. Asimismo, los profesionales investigan si las causas de muerte se deben al golpe con el crucero o si el cetáceo pereció en otras circunstancias.
“Los rorcuales boreales están en peligro de extinción y suelen observarse en aguas más profundas, lejos de la costa. La Oficina de Cumplimiento de la Ley de la NOAA está investigando este incidente” confirmó la mencionada vocera de la administración.