Tiene apenas 7 años y realizó un descubrimiento que jamás va a olvidar: el hallazgo de un fósil de un dinosaurio.
Según se pudo saber, Dmitri Sirenko estaba jugando con su hermana en la costa de la isla Russki en la región rusa de Primorski cuando encontró una extraña rocas con marcas de un esqueleto.
“Amo mucho a los dinosaurios y siempre soñé con encontrar los huesos de uno que sea real”, cuenta el pequeño Dmitri.
Y continúa reviviendo su experiencia: “Estaba mirando las piedras todo el tiempo y preguntándole a mamá. ‘¿Tal vez es uno?’. Y encontramos esta piedra inusual”.
El fósil pertenecía a la caja torácica del Ictiosaurio y se presume que la columna vertebral podría estar intacta, difunde Sputnik Mundo.
Los padres del niño mandaron las fotos del hallazgo a los especialistas, quienes constataron la veracidad y confirmaron que se trataba del fósil de un Ictiosaurio.
“Todavía no sabemos si hay fragmentos de cráneo en las rocas. ¡Eso hubiera sido absolutamente increíble! Aunque este ictiosaurio podría haber perdido la cabeza hace 250 millones de años”, explico el paleontólogo Yuri Bolotski.
Los restos del gigantesco reptil marino hallado por el niño ruso fueron transportados para su posterior estudio.
Los pasos a seguir por los expertos fueron enumerados: primero será el turno de cortar la roca con mucho cuidado y capa por capa.
El objetivo es poder verificar si justamente aparecen restos del cráneo de este dinosaurio, considerado uno de los más grandes que haya habitado en la Tierra.
Cómo eran los Ictosaurios
Los ictiosaurios (Ichthyosauria sería “lagartos peces”) vivieron desde el Triásico Inferior hasta el Cretácico Superior, lo que equivale a 250 y 90 millones de años.
La zona donde era posible encontrarlos era lo que hoy corresponde a América, Europa y Asia. El nombre fue creado en 1840 por Sir Richard Owen.
Los ictiosaurios eran grandes reptiles marinos con aspecto de pez y delfín, que evolucionaron a partir de reptiles terrestres aún no identificados que volvieron al agua.
Su mayor presencia se dio durante el período Jurásico, hasta que fueron reemplazados como los depredadores acuáticos dominantes en el Cretácico por los plesiosaurios.