La erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma, una de las Islas Canarias, trajo el peor escenario de los últimos tiempos: al menos 5.000 personas fueron evacuadas luego de que ríos de lava estuvieran en dirección a la costa directo a suspender las comunicaciones terrestres, eléctricas y telefónicas, derritieran caños de agua potable y crearán una lluvia ácida.
Según los especialistas, las coladas de este tipo de erupción, caracterizada por pequeñas explosiones de materiales en estado pastoso, que suceden en pocos minutos u horas, arrastran varios metros cúbicos de lava por segundo. En este sentido, los árboles, las carreteras y algunas casas fueron arrasadas con líquido de más 1.000°C.
En ese sentido, en las redes sociales aparecieron una cataratas de videos impresionantes con imágenes jamás imaginadas.
El gobierno regional de Canarias, por su parte, precisó que no prevé por ahora nuevas salidas, ya que las coladas de lava se dirigen ahora “hacia el mar”. “Según el comité técnico, todo parece indicar que no va a haber nuevos puntos de erupción”, explicó en Twitter el presidente canario, Ángel Víctor Torres, quien reiteró que la “seguridad” de los habitantes estaba “garantizada”.
Sergio Rodríguez, alcalde de El Paso, una de las cuatro poblaciones evacuadas preventivamente por las autoridades, indicó que “una veintena de casas al menos estaban totalmente destruidas” en su localidad. Y agregó: “En su paso la lava no ha dejado absolutamente nada. Los vecinos tienen mucha incertidumbre porque no volverán antes de mucho tiempo, seguramente”.
Por último, José Mangas, profesor de Geología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, aseguró que el efecto de este fenómeno puede durar varios días o semanas. “La última erupción, del Teneguía en 1971 en la misma isla -en la que murieron dos personas-, se prolongó durante 24 días”, explicó.