El cielo del sur de Grecia, incluyendo la capital Atenas, se tiñó de naranja debido a la presencia de nubes de polvo del desierto del Sáhara, en uno de los episodios más severos de este tipo desde 2018. Sobre la capital griega, donde se encuentran la Acrópolis y el Partenón, el cielo se vio completamente naranja el martes y la visibilidad sigue siendo reducida este miércoles.
Esto se debe a que los intensos vientos del sur llevaron consigo el polvo del desierto del Sáhara hacia el sur del país, extendiendo las nubes anaranjadas incluso hasta la ciudad de Salónica, en el norte de Grecia, el día de hoy.
Las autoridades han recomendado a los griegos que sufren problemas respiratorios reducir su exposición al aire libre, utilizar mascarillas de protección y abstenerse de realizar ejercicio físico hasta que las nubes de polvo se disipen. Además alertaron sobre el incremento de la contaminación por micropartículas debido a este fenómeno.
Sin embargo, algunos residentes de Atenas optaron por subir a las colinas de la ciudad para admirar la vista del tono anaranjado que envolvía la capital desde lo alto. El servicio meteorológico nacional (EMY) anticipa que los cielos se despejarán hoy a medida que los vientos cambien y dispersen el polvo.