Puede que no haya estado clavada en una roca como dice la leyenda sobre la Excálibur, pero el descubrimiento de unos arqueólogos daneses es igual de sorprendente ya que encontraron una espada de 3.000 años de antigüedad en excelente estado de preservación.
El hallazgo lo realizaron un grupo de investigadores del Museo de Odense durante una exploración arqueológica realizada con motivo de la construcción de un gasoducto en la isla de Funen, Dinamarca.
La noticia fue compartida desde la cuenta de Facebook de la institución con un comunicado en el cual detallaron que el arma de bronce podría formar parte de una ofrenda realizada en la Edad de Bronce y está considerada por Jesper Hansen, curador del museo, como una rareza por su antigüedad y conservación.
“Este hallazgo es excepcional por varias razones. Primero, el grado de conservación en sí. Cuando levantas la espada puedes sentir que todavía está en pleno funcionamiento. Todavía está afilada. Realmente podría levantarla del suelo y usarla”, precisó el especialista entusiasmado con el hallazgo.
“Algunas personas lo pusieron en el suelo hace 3000 años y tenían algunos sueños y deseos para el futuro. No conocemos sus dueños, pero la espada aquí es la prueba física de los pensamientos que la gente tenía hace 3000 años. Nuestras vidas como personas en la tierra y el mundo imaginario se fusionan en este objeto, y es un pensamiento fascinante”, agregó.
La empuñadura de la espada está compuesta por madera, cuerno y antimonio. Gracias al material vegetal con el que fue envuelta, la hoja de bronce se encuentra casi intacta. El peso de la misma es de 1,3 kilos.
Para poder lograr un buen estado de conservación los especialistas decidieron separar el mango, ya que son materiales diferentes al resto y necesitan otras condiciones de conservación. De esta forma el metal, la madera, el cuerno y el material vegetal con el que fue cubierta originalmente serán tratados de manera individual.
“Con los diversos materiales de la espada, la preservación es un caso complejo. Por lo tanto, los montajes de agarre de la espada y los desarrollos ahora están desmantelados, así que el metal, la madera, los cuernos y el bastón pueden conservarse por separado”, explicó Hansen.
Para determinar la antigüedad exacta de la pieza de colección, desde el museo informaron que utilizarán extractos de fibra vegetal para la datación por carbono 14. Por otra parte, utilizarán una muestra de metal para detectar la procedencia de la aleación de bronce.