Menos de ocho horas después de su elección en el Parlamento, la nueva primera ministra sueca, Magdalena Andersson, tuvo que dimitir el miércoles tras el fracaso de su presupuesto y la retirada de sus aliados ecologistas del gobierno.
“Hay una práctica constitucional según la cual un gobierno de coalición dimite cuando un partido se va. No quiero dirigir un gobierno cuya legitimidad está en entredicho”, declaró la dirigente socialdemócrata, añadiendo que esperaba ser reelegida en una próxima votación.
Andersson se convirtió en la primera mujer elegida para el cargo de primera ministra en Suecia, tras lograr un acuerdo de última hora el martes con el Partido de Izquierda para subir las pensiones a cambio de su apoyo en la votación del miércoles.
Pero el pequeño partido de centro retiró su apoyo al presupuesto de Andersson, debido a las concesiones hechas a la izquierda, lo que resultó en insuficientes votos para aprobar el presupuesto en el parlamento.
Andersson, de 54 años, era hasta ahora ministra de Finanzas del gobierno del primer ministro saliente Stefan Löfven, que renunció en noviembre tras siete años en el cargo.