Un brutal caso de violencia policial causa gran conmoción en Chicago. Durante un control de tránsito, un grupo de policías detuvo a un joven de 26 años y, luego de que este presuntamente disparara contra ellos, los uniformados abrieron fuego. En las últimas horas se dieron a conocer inquietantes imágenes del hecho y se puede ver que los agentes dispararon casi 100 veces en 41 segundos, provocando la muerte del hombre.
El hecho ocurrió en un barrio residencial de Humboldt Park, ubicado en la ciudad de Illinois, el pasado 21 de marzo alrededor de las 18:00 horas, Mientras circulaba en su vehículo, Dexter Reed, de 26 años, fue detenido por efectivos policiales porque no llevaba el cinturón puesto.
En las imágenes compartidas por la Oficina Civil de Responsabilidad Policial de Chicago (COPA por sus siglas en inglés), las cuales fueron tomadas por las cámaras corporales de los agentes, se puede ver que una oficial desciende de su auto y le pide al conductor que baje la ventanilla. “Baja la ventanilla. Baje la ventanilla”, se la escucha decir.
No obstante, mientras se acerca a la puerta del rodado e intenta abrirla, se presume que el joven vuelve a subir la ventanilla, por lo que los efectivos -uno se hallaba en la puerta del conductor y otro en la del acompañante- incrementan. “¿Qué estás haciendo? No subas la ventanilla. ¡No subas la ventanilla!”, siguen.
Acto seguido, los uniformados, que en ese momento se encontraban de civil y se desconoce si se identificaron formalmente, le piden a Reed que abra la puerta. “Está bien, lo estoy intentando”, habría sido la respuesta del detenido.
Tras esta indicación, se escucha un disparo y se desata el violento episodio. Las cámaras muestran cómo, al menos, otros tres policías se acercan a los que ya estaban junto a Reed y abren fuego contra el vehículo. En 41 segundos, los uniformados dispararon 96 veces e, incluso, algunos pararon para recargar sus armas.
En esos breves momentos, Reed descendió del auto, se presume que en un intento por cubrirse, y se dirigió hacia la parte delantera. Allí, su cuerpo quedó tendido boca abajo una vez que fue abatido por los agentes. Tras el hecho, Reed fue trasladado a un hospital, donde se confirmó su deceso.
Por otro lado, los efectivos implicados en la causa aseguraron que Reed efectuó el primer disparo, el cual habría impactado en la muñeca de uno de los uniformados. “El arma está ahí”, agregó un agente sobre el dispositivo que habría quedado en uno de los asientos del vehículo. Ante esta información, se reveló que las autoridades comenzaron a investigar si los oficiales usaron fuerza excesiva.
Es que, según los efectivos, el joven fue detenido cuando advirtieron que no llevaba puesto el cinturón de seguridad; sin embargo, el rodado tenía vidrios polarizados y las ventanillas estaban subidas, por lo que no se podía ver hacia el interior del vehículo.
Otro hecho que podría complicar a los agentes es que los efectivos se encontraban de civil y circulaban en un automóvil sin identificación. “Salieron del auto con las armas desenfundadas”, remarcó Nick Watt, corresponsal de CNN, sobre las imágenes.
En adición, el comunicador destacó que, en uno de los 23 fragmentos policiales que se difundieron, no hay audio hasta que los efectivos descienden de sus unidades, por lo que no hay registro que constate que se identificaron como servidores públicos ni se ofrece el contexto previo a la detención de Reed.