Afirman que el matemático inglés Isaac Newton calculó la fecha del fin del mundo a partir de un fragmento de la Biblia. Aunque es conocido por establecer las bases de la mecánica y enunciar la ley de la gravitación universal, Newton solía explorar otros campos científicos.
Haciendo gala de sus conocimientos en teología, Newton calculó a partir de un fragmento de la Biblia sobre cuál podría ser la fecha del fin del mundo. Esta teoría quedó plasmada en un manuscrito que estuvo en poder de un coleccionista.
Después de casi 40 años, en 2007, la Universidad Hebrea de Jerusalén recibió dichos manuscritos. De ellos se deduce que, por 1704, Newton se puso a calcular la fecha del fin del mundo con un fragmento del libro de Daniel.
El resultado, del cálculo matemático, dio que el mundo se acabaría 1.260 años después de la refundación del Sacro Imperio Romano llevada a cabo por Carlomagno. Es decir, en el año 2060.
El manuscrito, que formó parte de una exposición titulada Los secretos de Newton, incluyen detalles de los experimentos de alquimia del matemático y de su interés por las profecías apocalípticas.
De hecho, desde la Universidad Hebrea de Jerusalén afirman que el matemático se veía a sí mismo como una especie de profeta.