Aviones israelíes atacaron el domingo de madrugada un campo de refugiados en la Franja de Gaza, donde mataron al menos a 40 personas e hirieron a docenas, según las autoridades de salud. Israel dijo que mantendría su ofensiva para aplastar a Hamás, que gobierna el territorio, pese a las peticiones de Estados Unidos de un receso en las hostilidades para llevar ayuda a civiles desesperados.
La enorme cifra de muertos en Gaza ha provocado una creciente indignación internacional. Decenas de miles de personas, de Washington a Berlín, tomaron las calles el sábado para exigir un alto el fuego inmediato. Israel ha rechazado la idea de detener su ofensiva, incluso para las breves pausas humanitarias propuestas por el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que está de gira por la región.
En su lugar, ha afirmado que Hamás, que gobierna el asediado enclave, enfrentaría “la fuerza plena” de sus tropas. “Cualquiera en Ciudad de Gaza se está jugando la vida”, dijo el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant.
Ataque a un campo de refugiados
El domingo por la mañana, los ataques aéreos golpearon el campo de refugiados de Maghazi en el centro de Gaza, mataron al menos a 40 personas e hirieron a 34 más, según el Ministerio de Salud. Trabajadores de emergencias aún buscaban entre los escombros con ayuda de los vecinos para recuperar cadáveres o sacar a posibles sobrevivientes. Un periodista de Associated Press en un hospital cercano vio los cuerpos de al menos cinco niños pequeños, incluido un bebé, que se habían sacado de los escombros.
Una niña sobreviviente caminaba por el pasillo del hospital guiada por un adulto que la tomaba de la mano, con la ropa cubierta de polvo y una expresión conmocionada en el rostro. Arafat Abu Mashaia, que vive en el campo, dijo que al ataque había destruido varios edificios residenciales de varios pisos donde se refugiaba gente que se había visto obligada a salir de otras zonas de Gaza.
“Fue una auténtica masacre”, dijo el domingo por la mañana, de pie entre los restos de casas destruidas. “Todos aquí son personas pacíficas. Desafío a cualquiera que diga que había (combatientes) de resistencia aquí”. El ejército israelí no hizo comentarios en un primer momento. El campo se encuentra en la zona de evacuación a la que el ejército israelí había instado a los civiles palestinos de Gaza que se refugiaran, mientras centraba su ofensiva militar en el norte del enclave.
Pese a esas peticiones, Israel ha continuado sus bombardeos en todo el territorio, afirmando que ataca a combatientes y activos de Hamás en cualquier lugar. Ha acusado a la milicia de emplear a los civiles como escudos humanos. Las voces críticas afirman que los ataques de Israel a menudo son desproporcionados, dado el gran número de mujeres y niños asesinados en esos ataques.
El pedido de Estados Unidos a Israel
Blinken se reunió el domingo con el presidente palestino, Mahmud Abás, en la ocupada Cisjordania, al día siguiente de entrevistarse con ministros árabes de exteriores en la vecina Jordania. Abás no tiene autoridad en Gaza desde que Hamás se hizo con el control del territorio en 2007. Blinken habló el viernes con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que insistió en que no podía haber un cese el fuego temporal hasta que fueran liberados todos los rehenes que tiene Hamás.
Los líderes árabes pidieron un cese el fuego, aunque Blinken dijo que eso “simplemente le permitiría a Hamás reagruparse y repetir lo que hizo el 7 de octubre”, cuando el grupo realizó un gran ataque desde Gaza en el sur de Israel que desencadenó la guerra. Las pausas humanitarias, señaló, pueden ser cruciales para proteger a los civiles, llevar ayuda y sacar a los ciudadanos extranjeros “al tiempo que se permite que Israel alcance su objetivo, la derrota de Hamás”.
Funcionarios egipcios dijeron que proponían junto con Qatar pausas humanitarias de seis a 12 horas diarias para permitir la entrada de ayuda y la evacuación de heridos. También pidieron a Israel que liberara a mujeres y ancianos de sus cárceles a cambio de los rehenes en poder de Hamás, sugerencias que Israel difícilmente aceptaría. Hablaron bajo condición de anonimato por no estar autorizados a informar a la prensa sobre las gestiones.
El Papa Francisco pidió un alto el fuego
El papa Francisco reiteró el domingo sus llamamientos a un cese de los combates entre Israel y palestinos, a la liberación de los rehenes y a suministrar ayuda humanitaria a Gaza, donde la situación es “muy grave”. “Sigo pensando en la grave situación en Palestina y en Israel, donde tantas personas han perdido la vida”, declaró tras recitar el Ángelus ante miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro.
“Les ruego en nombre de Dios que paren, cesen el fuego. Deseo que se estudien todas las posibilidades para evitar a toda costa que continúe el conflicto, para que podamos socorrer a los heridos, para que la ayuda pueda llegar a Gaza, donde la situación humanitaria es muy grave, y para que se libere inmediatamente a los rehenes”, añadió.
El papa intervino en numerosas ocasiones desde el comienzo de la guerra el 7 de octubre, desencadenada por el sangriento ataque del movimientos islamista Hamás en suelo israelí, pidiendo el fin de los combates, la liberación de los rehenes y ayuda humanitaria para Gaza. Al menos 1.400 personas murieron en Israel durante el ataque, en su mayoría civiles, según las autoridades.
Entre los muertos hay más de 300 militares. En represalia, Israel golpea sin descanso la Franja de Gaza, controlada por Hamás. Estos ataques dejaron por el momento más de 9.700 muertos, entre ellos 4.800 menores, según el último balance del movimiento palestino.