Israel empezó a aplicar desde hoy, viernes, hasta el domingo por la noche un cierre general en los cruces de Gaza y Cisjordania con motivo de la festividad de Rosh Hashaná, el año nuevo judío. Este tipo de medida es usual durante la celebración de fiestas religiosas judías de envergadura por ser las más elegidas por las milicias palestinas para atacar a civiles.
Sin embargo, este año hay una especial atención sobre estos eventos ya que esta misma semana, el ministro de Defensa Yoav Galant, informó que Irán ha hecho una pista de aterrizaje en una zona de montañas boscosas a solo veinte kilómetros de la frontera norte de su país. Durante su exposición en una universidad próxima a Tel Aviv, ha enseñado fotos de satélite que asegura corresponden al lugar, aunque sin especificar cuándo fueron tomadas.
En la misma línea, Gallant ha insinuado la responsabilidad del Ejército israelí en una serie de bombardeos ejecutados esta semana en el norte de Siria que se habrían saldado con la muerte de dos militares, tal y como denunciaron las autoridades del país árabe.
“Vimos otra prueba de que en Israel, el rugido de los aviones de combate es mayor que cualquier otro ruido sobre el terreno”, ha manifestado Gallant, en aparente referencia a los bombardeos y las manifestaciones contra el proyecto de reforma judicial presentado por el Gobierno.
“A fin de cuentas, lo que importan son las acciones, no las palabras”, ha señalado el ministro. “Desafortunadamente, aún hay mucho trabajo por hacer en asuntos de los que tenemos responsabilidad”, ha agregado, según ha informado el diario israelí ‘The Times of Israel’.
Israel reconoce de forma genérica ataques en Siria para evitar el establecimiento de bases iraníes en el país y el envío de armas al partido-milicia chiíta Hezbolá por parte de las autoridades de Irán, que apoyan a Damasco en el marco de la guerra que estalló en 2011 y que expresan abiertamente su intención de destruir al país hebreo.