El Ministerio de Defensa de Israel anunció este jueves 5 de enero que la administración israelí construirá un nuevo gran muro de 4,6 kilómetros alrededor de los asentamientos judíos ubicados a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza.
El Ministerio señaló en un comunicado que las obras de la barrera, que tiene como objetivo de “proteger los asentamientos de los misiles antitanque lanzados desde Gaza”, ya han comenzado.
Pese a la oposición de la comunidad internacional por ser un símbolo de segregación, Israel construyó el Muro de Separación o Muro de la Vergüenza de 810 kilómetros en la Cisjordania ocupada a principios de los años 2000 con el fin de separar a sus ciudadanos de los palestinos.
Los grupos de derechos humanos y la comunidad internacional han pedido a Tel Aviv desmantelar todos los muros que perpetúan la desigualdad y violación de derechos en el territorio. Según el derecho internacional, todos los asentamientos judíos en los territorios ocupados se consideran ilegales. Sin embargo, desde 1947 hasta la fecha, el territorio ocupado por Israel en Palestina ha crecido exponencialmente, dejando a la población palestina segregada, además de contabilizar a miles asesinados o muertos en bombardeos por parte del ejército israelí.
Desde Palestina, autoridades y grupos internacionales de derechos humanos esperaban que con las repercusiones de la guerra en Ucrania la comunidad global pusiera el mismo énfasis que ponen contra Rusia en exigirle a Israel que detuviera la masacre al pueblo semita palestino. Pero a pesar de las declaraciones de organismos como la ONU, la segregación y la destrucción de viviendas por parte del ejército y la ocupación creciente de colonos judíos no ha detenido su marcha.