El exprimer ministro israelí Benjamín Netanyahu lidera el recuento en Israel con alrededor del 80% de los votos escrutados, y por ahora mantendría mayoría para formar gobierno con su bloque de partidos aliados de extrema derecha y ultraortodoxos.
Según los datos del Comité Electoral Central, que ha contado unos 3,8 millones de sufragios de los comicios del martes, el partido derechista Likud de Netanyahu sería primera fuerza con unos 31 asientos, y tendría una amplia mayoría de 65 escaños para volver al poder con el apoyo de los ultraderechistas de Sionismo Religioso (14) y de las dos formaciones ultraortodoxas (20).
A la espera de que el conteo sea más amplio, el bloque anti-Netanyahu que lidera el actual primer ministro en funciones, Yair Lapid, está por ahora muy por debajo, y la amalgama de fuerzas de derecha, centro e izquierda que encabeza se quedaría con 50 escaños, aunque esto podría cambiar a medida que avance el escrutinio en localidades de corte más liberal o claves para el voto árabe.
Los sondeos a pie de urna difundidos anoche tras el cierre de los colegios electorales en Israel daban una mayoría mínima de entre 61 y 62 escaños al bloque pro-Netanyahu, mientras que los partidos contrarios a que el exjefe de Gobierno vuelva al poder se quedaban con entre 54 y 55 asientos.
Tras estas encuestas, Lapid se mostró anoche muy cauto durante su discurso en la sede electoral de Yesh Atid, donde instó a esperar a “contar hasta la última papeleta” antes de sacar conclusiones.