Cientos de israelíes se manifestaron la noche de este lunes 10 de abril en Tel Aviv, capital de Israel, contra el primer ministro Benjamín Netanyahu luego de que pronunciara un discurso televisado en el que culpó al Gobierno anterior por las “amenazas terroristas” que enfrenta el país.
Los manifestantes se enfrentaron con la policía después de cerrar la autopista Ayalon, una de las principales arterias de la ciudad. En videos que circulan en las redes sociales, corearon consignas y le preguntaron a la Policía: “¿Qué ha hecho en Al Aqsa?”, al referirse a las recientes redadas de las fuerzas de seguridad israelíes en la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, donde colonos israelíes custodiados por la policía irrumpieron en plena celebración de Pascua, dejando a miles de musulmanes afuera del templo durante el rezo.
Al menos ocho manifestantes fueron detenidos según el periódico Haaretz, mientras que fuentes policiales dijeron que fueron dos las personas arrestadas. Aquellos que participaron en la acción colectiva corearon “no existe algo así como las protestas ilegales” mientras se enfrentaban a la Policía, que había declarado ilegales las manifestaciones. Netanyahu pronunció más temprano esa noche un discurso en el cuartel general del Ejército israelí en Tel Aviv y habló sobre su divisivo plan de reforma judicial. Culpó al Gobierno anterior y al movimiento de protesta contra su administración por la reciente ola de “ataques terroristas” contra los israelíes y dijo que debido a las muchas “amenazas terroristas” que enfrenta el país, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, permanecerá en el cargo, al revertir su decisión de despedirlo.
Propuesta por el ministro de Justicia israelí, Yariv Levin, el 5 de enero, la reforma judicial sería el cambio más radical en el sistema de Gobierno de Israel jamás hecho. Si se promulga, le darían al Gobierno poderes ilimitados sobre los tribunales y le darían a la Knéset, o Parlamento de Israel, dominado por Netanyahu, un control efectivo sobre los nombramientos judiciales, y debilitaría así a la Corte Suprema.
Israel ha sido escenario de protestas masivas en las últimas semanas contra los planes del Gobierno para implementar la reforma, que la oposición considera una toma de poder a favor del ejecutivo. Netanyahu, sin embargo, insiste en que sus planes judiciales mejorarían la democracia y restablecerían el equilibrio entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. El 27 de marzo, el primer ministro del país, que está siendo juzgado por corrupción, cedió a la presión y anunció una suspensión temporal de los planes de reforma judicial.