Sharbat Gula es reconocida a nivel mundial por una foto suya publicada por National Geographic en 1985. Esta imagen de “la niña afgana”, se convirtió en un símbolo de las guerras de su país. Hoy volvió a ser noticia porque Italia le concedió refugio después de que Gula pidiera ayuda para salir de Afganistán tras la conquista del país por los talibanes en agosto.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, afirmó a través de un comunicado que su llegada forma parte de un programa más amplio para evacuar e integrar a ciudadanos afganos.
Hace 36 años, el fotógrafo estadounidense Steve McCurry, tomó la imagen de Gula cuando era una niña y vivía en un campo de refugiados en la frontera entre Pakistán y Afganistán. Sus sorprendentes ojos verdes, que destacaban en una cara enmarcada por un pañuelo en la cabeza con una mezcla de ferocidad y dolor, la hicieron célebre a nivel internacional, pero su identidad solo se descubrió en 2002, cuando McCurry regresó a la región y la localizó, según La Nación.
Un analista del FBI, un especialista forense y el inventor del reconocimiento de iris verificaron su identidad, dijo National Geographic en ese momento.
Cabe resaltar que Italia fue uno de los varios países occidentales que sacaron por aire a cientos de afganos del país tras la salida de las fuerzas estadounidenses y la toma del poder por los talibanes en agosto. En el escrito en el que se anunciaba la llegada de Gulla a Roma, la oficina de Draghi dijo que su fotografía había llegado a “simbolizar las vicisitudes y el conflicto del capítulo de la historia que Afganistán y su pueblo estaban atravesando en ese momento”.
Dijo que había recibido peticiones “de quienes forman parte de la sociedad civil y, en particular, de organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan en Afganistán” apoyando la petición de ayuda de Gulla para salir del país.
Arresto de Gula en 2016
En 2016, Pakistán arrestó a Gula por falsificar una tarjeta de identidad nacional en un intento por entrar a vivir en el país. En aquel momento la ONG de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) condenó su expulsión y la calificó de “grave injusticia”.
El entonces presidente afgano, Ashraf Ghani, le dio la bienvenida y le prometió un apartamento para asegurarse de que “viva con dignidad y seguridad en su tierra natal”.
Desde que tomaron el poder, los líderes talibanes han dicho que respetarían los derechos de las mujeres de acuerdo con la ley islámica. No obstante, bajo el gobierno talibán de 1996 a 2001, las mujeres no podían trabajar, ni las niñas ir al colegio. Las mujeres debían cubrirse la cara y estar acompañadas por un pariente masculino cuando salían de casa.