Luego de cinco años de trabajo, jubilan a Magawa una rata que fue condecorada por detectar minas antipersonalistas en Camboya. Su trabajo ayudo a que ciudadanos del lugar puedan retomar sus actividades sin miedo a morir.
Durante sus servicios encontró 71 minas y 38 bombas sin estallar en una superficie de 225.000 metros. Camboya es el segundo país más afectado por bombas y minas abandonadas por lo que la actividad de la rata “ha salvado directamente la vida de hombres, mujeres y niños que sufrieron el impacto de minas ocultas y otros vestigios mortales de la guerra”, según explica APOPO la ONG belga a cargo.
Su cuidadora, So Malen, está orgullosa de trabajar con ese animal y destaca que su rendimiento es inigualable. “Nos ha permitido devolver terrenos seguros a la población de la manera más rápida y económica posible. Pero está haciéndose más lento y debemos respetar sus necesidades.” aseguró.
Antes de su retiro, Magawa le dará la bienvenida a 20 nuevos roedores que ya aprobaron el adiestramiento, es decir, que seguirán con el programa de detección y eliminación de explosivos. La rata gigante pasará a ser “mentor” y ayudará en la adaptación de sus compañeros.
Una vez jubilada, podrá dedicarse expresamente a masticar platanos y sandias, además de seguir ejercitándose en la rueda de ejercicio que tiene en su sala de juegos.
El importante reconocimiento.
La organización People’s Dispensary for Sick Animals la premió con una medalla dorada por su valentía y devoción, en septiembre del 2020.
Esto la llevo a conformar una lista gloriosa en la historia de PDSA junto a perros, caballos, palomas y un gato. Además, es la primer rata en recibir el galardón en 77 años de la organización.
Su lugar de trabajo
Luego de entrenarse durante nueve meses, los heroRAT son recompensados con alimento una vez que localizan las minas en el suelo.
Las minas detectadas por este tipo de roedores han causado la muerte de aproximadamente 64.000 personas en Camboya. Esto lo convierte en el segundo país con más minas terrestres, además de la presunción de que durante los conflictos entre 1975 y 1998 se coloraron 6 millones de explosivos.