El pasado lunes el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, llamó a tomar medidas para prevenir el descenso de la natalidad y para apoyar a las madres del país.
En un evento dedicado a las mujeres norcoreanas, Kim destacó el “papel central” que desempeñan al “soportar la pesada carga de dar continuidad a los verdaderos valores y naturaleza” del país.
Las madres son “la poderosa fuerza motor que ha cimentado de forma sostenida la lucha de todo un pueblo para lograr el respeto y la prosperidad”, afirmó el dictador norcoreano en la V Conferencia Nacional de Madres, celebrada en Pionyang en la víspera.
En unas imágenes, que se han hecho virales dos días después, el líder de Corea del Norte pedía entre lágrimas a las mujeres del país que tuvieran más hijos. “Detener el descenso de la natalidad y proporcionar un buen cuidado y educación a los niños son asuntos de familia que deben resolverse trabajando junto con nuestras madres”, dijo Kim Jong-un visiblemente conmocionado durante su discurso.
Aunque no existen cifras oficiales de natalidad en Corea del Norte, el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) calcula que la tasa de fertilidad más reciente del país asciende a 1,8 hijos por mujer.
Este organismo estima que la tasa viene cayendo de forma sostenida en Corea del Norte durante las últimas décadas, aunque en su caso el indicador está por encima de países vecinos como Corea del Sur o Japón, afectados por un acelerado envejecimiento demográfico.