Angela Merkel ha asegurado este viernes que abandona la política europea en un momento en que existen “motivos de preocupación” para la UE que plantean “retos enormes” para su sucesor, como el debate sobre la dirección que debe tomar el proyecto comunitario, limar las diferencias en política migratoria o afrontar la “presión económica” actual.
En una rueda de prensa tras su última reunión en Bruselas con el resto de jefes de Estado y de Gobierno, Merkel ha da destacado que los Veintisiete han sido capaces de superar “muchas crisis” y acordar “soluciones comunes” durante sus 16 años como canciller, pero también ha admitido que “todavía hay una serie de problemas que deben ser resueltos”.
“Los retos para mi sucesor son enormes”, ha enfatizado, para después citar entre ellos la necesidad de que los socios comunitarios lleguen a un “entendimiento general” sobre a dónde debe avanzar el proyecto europeo o la política migratoria, que precisamente ha sido el asunto que ha enfrentado este viernes a las capitales.
También ha nombrado en este contexto la “presión económica” y la carrera por la innovación, que es ahora “más ajustada”. “Cuando miras una serie de aspectos, Europa ya no es el continente líder en innovación”, ha recordado, después de apuntar también que hace 16 años el PIB alemán era superior al chino y ahora la economía del gigante asiático es cuatro veces superior.
Ante las críticas por su gestión de la crisis financiera o la respuesta de la UE a la deriva autoritaria de Hungría o Polonia, Merkel se ha defendido diciendo que Europa está compuesta por “sociedades libres” en el que “todo el mundo puede expresar sus críticas”, pero ha reivindicado que siempre ha “ayudado para intentar resolver los problemas”.