Durante la madrugada del domingo falleció la mujer a la que habían declarado muerta en el Hospital Joan March y que luego había presentado signos vitales en la funeraria de Palma, según fuentes oficiales del centro de salud. El hecho sucedió en la ciudad de Mallorca, España.
El viernes pasado se emitió el certificado de defunción de la mujer luego de que pasara varios días en cuidados paliativos en el Hospital de Joan March de Bunyola (Mallorca). Los trabajadores de la funeraria de Palma descubrieron que estaba viva porque, mientras la preparaban para el entierro, la señora movía los dedos.
Ante esto, se dio aviso a los servicios sanitarios, que enviaron un vehículo equipado para prestar asistencia médica intensiva en caso de emergencia. Al llegar, los profesionales constataron que la mujer mantenía signos vitales de manera constante, por lo que fue trasladada nuevamente al hospital en el que se encontraba.
El Hospital Joan March explicó que este caso es “excepcional”, el primero en sus 80 años de historia, y aseguraron que el médico que certificó la muerte siguió los protocolos establecidos. La dirección del hospital ha anunciado que revisarán y reforzarán los procedimientos para la emisión de certificados de defunción, incorporando nuevas pruebas para prevenir situaciones similares en el futuro.