La inflación de Brasil cayó 0,68% en julio, siendo la menor tasa registrada desde el inicio de la serie histórica, en enero de 1980, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) divulgado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Este resultado se debió principalmente a la caída del precio del combustible y de la electricidad. En el año la inflación acumulada es del 4,47% y en los últimos 12 meses de 10,07%.
“Petrobras anunció el 20 de julio una reducción de 20 centavos en el precio promedio del combustible vendido a las distribuidoras. Además, contamos con la Ley Complementaria 194/22, promulgada a fines de junio, que redujo el ICMS en combustibles, electricidad y comunicaciones. Esta reducción afectó no sólo al grupo transporte (-4,51%), sino también a vivienda (-1,05%), debido a la electricidad (-5,78%). Fueron estos dos grupos, los únicos con variación negativa del índice, los que tiraron hacia abajo el resultado”, explica el responsable de la investigación, Pedro Kislanov.
La ropa en Brasil también sufrió una importante desaceleración, bajó de 1,67% al 0,58%. “Tuvimos una caída muy fuerte en el precio del algodón, que es una de las principales materias primas de la industria textil, a finales de junio”, explicó Kislanov. La ropa de hombre pasó de 2,19% en junio a 0,65% en julio, mientras que la de mujer fue de 2,00% a 0,41%.
En cuanto a salud e higiene personal, según el IBGE, hubo un ritmo de desaceleración del 0,49% debido a la menor variación en los valores de los planes de salud (1.13%), frente al mes de junio (2.99%). Los artículos de aseo personal cayeron del 0,55% en junio al 0,23% en julio.
Todas estas bajas contribuyeron a la baja de la inflación, que supone la primera caída desde mayo del 2020. A su vez, dichas bajas fueron impulsadas por el presidente Jair Bolsonaro quien promovió una reducción en impuestos estatales.
Alzas en los alimentos
A pesar del retroceso en el índice general, el sector de alimentos y bebidas se aceleró en julio. “El grupo tuvo la mayor variación (1,30%) e incidencia positiva (0,28 pp) en el índice del mes. El resultado fue impulsado por la leche larga vida, que subió más del 25%, y por lácteos como el queso (5,28%) y la mantequilla (5,75%), por ejemplo. Este aumento en el producto se debe principalmente a dos factores: primero, porque estamos en la temporada baja, que va de marzo a septiembre, octubre, es decir, un período en que los pastos están más secos y esto reduce la oferta de leche en el mercado y el hecho de que los costes de producción son muy elevados”, comenta el responsable de investigación.
Esta alza se vio reflejada en la comida y los alimentos que se incrementó del 0,63% en junio al 1,47% en julio. La fruta sufrió un aumento del 4,40%. Por otro lado las mayores caídas se vieron en el tomate (-23,68%), papa (-16,62%) y zanahoria (-15,34%).
Esos avances impactan especialmente en el bolsillo de la población más vulnerable, que destina la mayor parte de sus ingresos a los bienes básicos para subsistir.
Los planes de Gobierno
Esta baja general le da un respiro a Bolsonaro quien buscará la reelección frente al ex mandatario de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva. Sin embargo, la inflación de dos cifras que ha tenido en 12 meses desde septiembre del 2021, le han restado popularidad.
Este avance motivó a una alza en las ayudas gubernamentales del plan Auxilio Brasil de un mínimo de 400 hasta 600 reales (117 dólares al cambio actual), desde este mes hasta diciembre a 20,2 millones de familias vulnerables.
También se pagarán ayudas para el gas a familias y un apoyo a camioneros, sector clave en el apoyo electoral a Bolsonaro en las elecciones de 2018, según informó Infobae.