Revlon, la multinacional de productos de belleza creada hace 90 años, ha solicitado la quiebra, agobiada por las deudas, los trastornos a su red de suministro de insumos y el aumento vertiginoso de los costos.
La empresa con sede en Nueva York dijo que espera recibir préstamos por 575 millones de dólares de sus prestamistas existentes para mantener en marcha sus operaciones diarias.
De todas las subsidiarias internacionales de Revlon en funcionamiento, solo las de Canadá y el Reino Unido están incluidas en el proceso. La solicitud se presentó en la Corte Federal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York.
Revlon, cuyas marcas desde Almay hasta Elizabeth Arden han sido una presencia constante en las estanterías de las tiendas, ha tenido problemas durante años para responder a los cambios en los criterios de belleza y la competencia creciente. Está respaldada por MacAndrews & Forbes, del multimillonario Ron Perelman.
La CEO de Revlon, Debra Perelman, subrayó en su comunicado que la compañía se compromete a que su reestructuración sea “lo más fluida posible para nuestros accionistas, trabajadores, clientes y vendedores”.
Nacida en 1932, la compañía es una de las más importantes del campo de la cosmética -especialmente cosmética del cabello-, está presente en 150 países, emplea a unas 6.000 personas y es propietaria de marcas icónicas como Elizabeth Arden, Mitchum, Cutex, además de algunas asociadas a personalidades como Britney Spears o Christina Aguilera.