Un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que no existe evidencia de que el uso de teléfonos móviles incremente el riesgo de cáncer cerebral. La investigación, dirigida por Ken Karipidis y Sarah Loughran de la Agencia Australiana de Protección contra la Radiación y Seguridad Nuclear, revisó más de 5.000 estudios realizados entre 1994 y 2022.
Los expertos analizaron factores como la duración de las llamadas y la radiación de antenas, reafirmando que los límites actuales de seguridad para las ondas de radio son seguros para los humanos. Este análisis fue llevado a cabo por un equipo internacional de expertos, liderados por Ken Karipidis, de la Agencia Australiana de Protección contra la Radiación y de Seguridad Nuclear.
El estudio revisó los datos más recientes y concluyó que no se encontró asociación alguna entre el uso de teléfonos y el desarrollo de cáncer cerebral o cualquier otro tipo de cáncer de cabeza o cuello. Los investigadores examinaron el uso prolongado del teléfono, la duración de las llamadas y la cantidad de tiempo, sin encontrar ningún vínculo. Además, revisaron estudios sobre la posible radiación emitida por antenas de telefonía, llegando a las mismas conclusiones: no hay relación comprobada entre la exposición a las ondas de radio de los teléfonos y un aumento en el riesgo de cáncer.
Los autores del estudio recalcaron que las normas de seguridad actuales, establecidas por organismos internacionales como la Comisión Internacional sobre Protección Frente a Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP), garantizan la protección adecuada contra las emisiones de radiofrecuencia de los dispositivos. Esto significa que los teléfonos emiten ondas de radio por debajo de los límites de seguridad establecidos.
A pesar de las tranquilizadoras conclusiones de este último estudio, sigue existiendo una preocupación generalizada entre el público sobre los posibles riesgos del uso de celulares, en parte debido a la persistencia de información errónea o incompleta que circula en los medios de comunicación y las redes sociales.
Karipidis y Loughran destacan que es crucial corregir estos conceptos erróneos y comunicar con claridad los hallazgos científicos más recientes para que las personas puedan tomar decisiones informadas sobre el uso de teléfonos móviles. Sin embargo, los investigadores subrayan que es fundamental continuar con los estudios del tema, debido al rápido avance de las tecnologías inalámbricas, las cuales utilizan frecuencias diferentes y exponen a las personas a ondas de radio de nuevas formas.