En la jornada de ayer, la OMS difundió un nuevo plan con el que, afirmó, puede evitarse la muerte de hasta 5 millones de personas. “El acelerador ACT -una asociación de las principales agencias de salud mundiales- necesita 23.400 millones de dólares para ayudar a los países con más riesgo a procurarse y desplegar medios de lucha contra el Covid-19 desde ahora hasta setiembre de 2022... y acelerar el fin de la pandemia”, dice el comunicado de la OMS, que insistió en el hecho de que esta suma es minúscula comparada con las pérdidas económicas provocadas por la pandemia.
“El acceso no equitativo a las pruebas de Covid-19, a los tratamientos y las vacunas prolonga la pandemia en el mundo entero y presenta el riesgo del surgimiento de nuevas variantes, más peligrosas, que podrían escapar a los medios de lucha contra la enfermedad”, subraya el texto.
La pandemia, que ha dejado ya casi 5 millones de muertos desde que apareció en China a finales de 2019, “está lejos de estar terminada”, explicó el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa. “Hasta el momento solo el 0,4% de las pruebas y el 0,5% de las vacunas aplicadas en el mundo entero fueron efectuadas en los países de pocos ingresos, aunque representan el 9% de la población mundial”, insiste el comunicado.
“Estamos en un momento decisivo que exige un liderazgo decisivo para lograr que el mundo sea más seguro”, declaró Tedros, que en los últimos meses insistió en múltiples ocasiones en que los países más ricos deben abandonar sus egoísmos nacionales y ayudar a los más pobres a dotarse de vacunas. El balance del acelerador ACT resulta modesto, sobre todo por la falta de financiamiento que impidió que el dispositivo Covax funcionara a pleno rendimiento.
Este mecanismo internacional solo pudo suministrar 425 millones de dosis de la sustancia inmunizante a 144 países, lejos de sus objetivos iniciales. La OMS defiende, sin embargo, que el ACT sirvió para reducir a la mitad el precio de los test rápidos transfiriendo tecnologías y conocimientos a los países pobres y también para aumentar el acceso a bombonas de oxígeno. La agencia de la ONU prometió que su nueva estrategia resultará más transparente y estará más centrada en el suministro de vacunas.