Una intensa sequía en la región del Cuerno de África ha matado a miles de animales y provocado una hambruna que afecta a aproximadamente 13 millones de personas, señaló este martes 8 de febrero el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) en un informe. El reporte publicado por la oficina regional del PMA para África Oriental en Nairobi, capital de Kenia, advierte que aproximadamente 5,7 millones de personas en Etiopia han sido afectadas por una grave sequía y necesitan asistencia alimentaria en el primer trimestre del año.
En Kenia, donde el Gobierno declaró la sequía desastre nacional en septiembre del año pasado, 2,8 millones de personas requieren asistencia. El informe advierte que la cifra de personas que necesitan asistencia alimentaria en Somalia se disparará de 3,5 a 4,6 millones entre febrero y mayo de este año si no se provee la ayuda necesaria. La sequía, atribuida a la poca precipitación durante las temporadas lluviosas y al creciente uso de agroquímicos tanto para la industria sojera como la minería extensiva, ha causado numerosas muertes de ganado debido a la falta de pastos y la escasez de agua, lo que ha provocado una migración humana masiva y un aumento en el conflicto entre las comunidades que tienen que disputarse los recursos. Michael Dunford, director regional del PMA para África Oriental, señaló que “las cosechas están arruinadas, el ganado se muere y el hambre aumenta a medida que las sequías recurrentes afectan el Cuerno de África”.
“La situación requiere una inmediata acción humanitaria y un apoyo constante para construir la resiliencia de las comunidades para el futuro”, agregó. Según el PMA, el Cuerno de África está experimentando las condiciones más secas registradas desde 1981. Los impactos de la sequía y la hambruna incluyen altos casos de desnutrición, un aumento en los precios de los alimentos básicos y una baja demanda de mano de obra agrícola.
El PMA lanzó recientemente su Plan Regional de Respuesta a la Sequía para el Cuerno de África, en virtud del cual solicitó USD 327 millones para responder a las necesidades inmediatas de 4,5 millones de personas durante los próximos seis meses y ayudar a las comunidades a ser más resilientes ante los impactos climáticos extremos.