En una reunión en Londres, la OPEP+, que incluye a Rusia, anunció que producirá 648.000 barriles por día en julio y agosto, un 50% más de lo previsto inicialmente para esas fechas.
Los grandes productores de petróleo del mundo habían realizado recortes en sus producciones tras la pandemia de coronavirus, que llevó a una bajada en los precios, que también implicó pisos históricos.
Sin embargo, tras la invasión rusa a Ucrania y las numerosas sanciones impuestas por Occidente a Moscú, los precios del petróleo se dispararon a más de US$100 por barril, los más altos en casi una década.
La OPEP, cuyo líder de facto es Arabia Saudita - país que tiene la mayor reserva de crudo del mundo, seguido por Venezuela -, había resistido durante meses la presión de EE.UU., Reino Unido y otras naciones para aumentar el suministro de petróleo más rápidamente.