La princesa Amalia, heredera al trono de Países Bajos, renunció a su asignación anual de 1,6 millones de euros, hasta completar sus estudios.
Según la ley, este monto le corresponden cuando cumpla los 18 años el próximo 7 de diciembre, en concepto de ingresos y gastos. Este salario ha despertado varias polémicas en el país por considerarse excesivo, según la agencia EFE.
“Me resulta incómodo mientras no pueda ofrecer mucho a cambio, y otros estudiantes lo tienen más difícil, especialmente en esta época incierta de coronavirus”, subrayó Amalia, de 17 años, en una carta escrita a mano y enviada al primer ministro neerlandés, Mark Rutte.
En el escrito le anunció que reembolsará lo que reciba como salario (300.000 euros) y gastos de personal y material (1,3 millones), hasta que termine sus estudios universitarios.
Amalia se graduó con honores del colegio secundario la semana pasada y anunció que no seguirá estudiando de inmediato para “explorar el mundo primero” durante un año sabático.
Estos planes la joven ya los había comentado a sus padres, el rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima, pero que dependían del avance de la pandemia y las restricciones a la movilidad.
“Quiero viajar un poco, descubrir el mundo, hacer cosas que tal vez no pueda hacer en 20 años”, dijo.
Rutte, que siempre defendió la necesidad de garantizar el nivel de ingresos de la princesa porque su futuro como reina está definido por ley y no puede “trabajar en otra cosa”, contestó a la joven que entiende y aprecia sus consideraciones personales y le deseó un buen año sabático y toda la sabiduría para elegir sus estudios futuros.
La princesa, aclaró Rutte, renuncia a su asignación para gastos siempre que no incurra en altos costes en su puesto como princesa de Orange.
El dinero que reembolsará irá a las arcas del Estado y beneficiará los fondos generales, según escribió Rutte en una carta al Parlamento neerlandés. Este lugar ha sido escenario de varios debates críticos estos años sobre la asignación excesiva que otorga la ley a Amalia cuando cumpla la mayoría de edad, incluso cuando aún esté estudiando.
Es la primera vez que un miembro de la monarquía de Países Bajos renuncia a la asignación que le corresponde legalmente por el ejercicio de sus labores, según la televisión NOS.
En Bélgica, la princesa heredera Isabel también renunció el año pasado a la dotación que le asigna la ley porque quería terminar primero sus estudios “sin obligaciones” oficiales.