“Hemos acordado... la suspensión total del acuerdo de facilitación de visados entre la Unión Europea y Rusia”, declaró Josep Borrell, jefe de política exterior, del bloque, en una conferencia de prensa al término de una reunión de dos días de los ministros de Asuntos Exteriores en Praga.
Los diplomáticos aseguraron que los ministros de la UE no podían ponerse de acuerdo inmediatamente sobre una prohibición general de visados de viaje para los rusos, ya que los Estados miembros estaban divididos sobre la cuestión. Borrell explicó que desde mediados de julio se había producido un aumento sustancial de los cruces de fronteras desde Rusia hacia los Estados vecinos.
“Esto se ha convertido en un riesgo para la seguridad de estos estados vecinos”, añadió. “Además, hemos visto a muchos rusos viajando por ocio y de compras como si no hubiera guerra en Ucrania”.
También destacó que los Estados miembros ya pueden tomar una serie de medidas para restringir la entrada de rusos, sin entrar en detalles. El ministro checo de Asuntos Exteriores, Jan Lipavsky, cuyo país es partidario de prohibir totalmente los visados de turismo, aseveró que consideraba la suspensión del acuerdo de facilitación de visados como “el primer paso importante”.
La Comisión ejecutiva de la UE estudiará la forma de ir más allá, incluyendo lo que se puede hacer con lo que Lipavsky dijo que eran unos 12 millones de visados Schengen ya emitidos para los rusos - refiriéndose a la zona de 26 países de fronteras abiertas.
Antes de la reunión, algunos Estados del Este habían dicho que podrían seguir adelante con la prohibición de visados si no se llegaba a un acuerdo con la UE. Francia, Alemania y Hungría son algunos de los países de la UE que se oponen a una prohibición general de visados.