Los ministros de Comercio de la Unión Europea (UE) acordaron este jueves imponer aranceles muy elevados a las importaciones de grano y semillas oleaginosas procedentes de Rusia y Bielorrusia como respuesta a su implicación en la invasión de Ucrania.
El Consejo de la UE decidió aplicar estos aranceles a partir del próximo 1 de julio para evitar que el grano ruso desestabilice el sector agrícola comunitario y restringir los ingresos de Rusia para financiar su guerra contra Ucrania, informó a través de la red social X el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea y titular de Comercio, Valdis Dombrovskis.
Igualmente, se refirió a que la medida pretende acabar con las exportaciones ilegales rusas de grano ucraniano robado a los mercados de la UE. “Básicamente se trata de imponer unos aranceles muy altos y limitar la presencia de estos bienes en el mercado de la UE”, había explicado el político a su llegada a la reunión.
El reglamento aumenta los aranceles sobre los cereales, las semillas oleaginosas y los productos derivados procedentes de Rusia y Bielorrusia hasta un punto que, en la práctica, paralizará las importaciones de estos productos, indicó el Consejo en un comunicado. También incrementa los aranceles sobre pélets de pulpa de remolacha y guisantes secos, para los que en la actualidad los importadores no pagan aranceles o los pagan a bajo precio.
Ucrania reclama atacar a Rusia en su territorio
En simultáneo, en una base aérea cercana a Bruselas, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, visitó a pilotos y técnicos ucranianos que están aprendiendo a volar y dar mantenimiento a cazas F-16 de fabricación estadounidense.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, prometió que los F-16 se entregarán a Ucrania a finales de año. En el verano, Dinamarca, Países Bajos y Noruega enviarán los primeros cazas a Kiev. Hasta 2028, Bélgica entregará 30 naves de combate a las fuerzas aéreas de Ucrania. En total, los aliados occidentales se comprometieron a entregar más de 70 aviones.
Desde el punto de vista militar, los F-16 son valiosos porque disponen de sensores de radar muy sensibles, que pueden localizar mejor las posiciones de defensa antiaérea rusas que los actuales cazas ucranianos de producción soviética.
Sin embargo, el primer ministro belga confirmó que los F-16 solo pueden desplegarse en el espacio aéreo ucraniano y no sobre el territorio del agresor ruso.
El presidente ucraniano aboga por un levantamiento de esta restricción, que también se aplica a muchos otros sistemas de armamento procedentes de los arsenales occidentales, como artillería, cohetes y misiles de crucero.
Ante esto, el presidente francés, Emmanuel Macron, respondió el martes, durante su visita a Alemania, con sorprendente rapidez a la petición de su homólogo ucraniano. En una rueda de prensa conjunta con el canciller alemán, Olaf Scholz, Macron señaló que Ucrania debería poder utilizar armas francesas para combatir las posiciones rusas cerca de la frontera. Sin embargo, descartó los ataques contra objetivos civiles en el interior de Rusia.