La Unión Europea (UE) decidió suspender en forma inmediata los pagos por ayuda al desarrollo a los palestinos, y dejó bajo revisión la totalidad de sus proyectos, anunció este lunes el comisario europeo de Ampliación, Oliver Varhelyi.
“Todos los pagos se suspenden inmediatamente. Todos los proyectos puestos en revisión. Todas las propuestas presupuestarias, inclusive para 2023, pospuestas hasta nuevo aviso. Evaluación integral de todo el portafolio”, señaló Varhelyi en la red X. Esto se suma a los recientes anuncios de Austria de suspensión de asistencia económica a Palestina y se esperan más repercusiones luego de los ataques del pasado shabat, en el que fueron asesinados más de 700 israelíes, heridos varios miles y secuestrados decenas para negociar intercambio con terroristas detenidos en Israel.
Por otra parte, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, anunció la convocatoria de los ministros de Relaciones Exteriores del bloque a una reunión de emergencia el martes, para discutir la situación en Israel y Gaza. “Mañana convocaré una reunión de emergencia de los Ministros de Asuntos Exteriores de la UE para abordar la situación en Israel y en la región”, informó Borrell en su cuenta oficial en X.
La UE ha expresado su solidaridad con Israel tras el ataque del grupo terrorista Hamás. Los edificios de las instituciones comunitarias se han iluminado con la bandera de ese país, que Bruselas y los Veintisiete han señalado “tiene derecho a defenderse”. Borrell y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, así como diplomáticos de los Veintisiete capitales, han multiplicado los contactos diplomáticos para evitar una espiral de violencia.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, anunció este lunes que ordenó el bloqueo total de la Franja de Gaza, lo que significa que el enclave palestino quedará sin suministro de electricidad, alimentos y combustible, en medio de una guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás.
Israel sostiene un bloqueo por aire, tierra y mar sobre la Franja de Gaza desde 2007, cuando Hamás tomó el control del enclave que, con 2,2 millones de habitantes, cuenta con una sola central eléctrica que necesita combustible para funcionar y abastecer a hospitales, viviendas y refugios.
