Hace cuatro años, un hombre estadounidense fue ejecutado con inyecciones letales por haber sido encontrado culpable de asesinar a su vecina en 1993. Su caso dividió a la Corte Suprema local y avanzó a pesar de los pedidos de los abogados de que se realicen nuevas pruebas de ADN.
Pero ahora el caso entró en una polémica ya que nuevos rastros genéticos hallados apuntan hacia otro homicida. Y por lo tanto, Ledell Lee era inocente.
“Nadie debería ser ejecutado cuando existe la posibilidad de que esa persona sea inocente”, dijo la abogada Nina Morrison en abril de 2017, justo después de que Lee -sentenciado en la década de 1990- se convirtiera en la primera persona condenada a muerte en Arkansas en 10 años.
Cuatro años después de la muerte, nuevo material genético encontrado en el arma homicida de su caso y en una camisa apuntan a otra persona, del sexo masculino y desconocida por el momento. También se encontraron huellas dactilares que tampoco pudieron ser identificadas.
También nuevas pruebas hallaron otro ADN en el mango del garrote ensangrentado que aparentemente se utilizó para apalear a la vecina Debra Reese hasta la muerte.
Abogados del ‘Innocent Project’, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) y la familia de Lee habían demandado el año pasado a la ciudad de Jacksonville, en Arkansas, para que realizara las pruebas de ADN correspondientes a algunos elementos recolectados en la escena del crimen, a pesar de que Lee ya había sido ejecutado.
Los resultados obtenidos casi tres décadas después del homicido “resultaron ser incompletos y parciales”, reconoció Morrison, abogada del Proyecto Inocencia. Pero calificó el descubrimiento como significativo y que deja la puerta abierta a más hallazgos en el futuro en un caso que se basó en gran medida en el testimonio de supuestos testigos presenciales.
“Nos alegramos de que haya nuevas pruebas en la base de datos nacional de ADN y mantenemos la esperanza de que se descubra más información en el futuro”, dijo Patricia Young, la hermana de Lee, en un comunicado.
El gobernador de Arkansas, el republicano Asa Hutchinson, defendió la ejecución de Lee en una conferencia de prensa, diciendo que las nuevas pruebas no son “concluyentes” y señalando que “el jurado lo declaró culpable basándose en la información que tenía”.
“Siempre que se toman decisiones difíciles, siempre que se tiene que llevar a cabo la decisión de un jurado, uno se da cuenta de que ha sido revisada por el Tribunal Supremo a todos los niveles”, dijo Hutchinson, que programó la de Lee entre una ola de ejecuciones en 2017. “Ellos firman las condenas, y mi deber es cumplir la ley”, dijo.
Hasta los últimos momentos de su vida, Lee sostuvo que era inocente. Sus abogados reconocieron que el hombre tenía problemas de adicciones y que no pudo armar una defensa adecuada en el caso.
Poco después de ser procesado por el presunto asesinato a golpes de su vecina Debra Reese, las autoridades vincularon a Lee con otros cuatro delitos a partir del ADN: tres agresiones sexuales y un homicidio, pero finalmente el homicidio y uno de los casos de agresión fueron retirados.