El presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva se acusaron este domingo de ser amigos de criminales, durante el primer debate cara a cara para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil.
Bolsonaro acusó a Lula de “tener un pacto” con el narcotraficante Marcos Camacho, alias Marcola, y aseguró que el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) estaba “rodeado de traficantes” durante un mitin celebrado en una favela de Río de Janeiro el pasado miércoles. “Usted tiene amistad con bandidos. En la favela no había un policía a su lado, solo había traficantes”, le dijo Bolsonaro a Lula, quien se rió de estas acusaciones y le echó en cara a Bolsonaro que asocie la criminalidad a la pobreza.
“Petrobras fue el mayor escándalo de corrupción de la humanidad. Saquearon 90.000 millones de reales (unos 18.000 millones de dólares). Usted se metió el dinero en el trasero y lo repartió con los amigos”, le lanzó Bolsonaro a Lula en uno de los momentos más ásperos del debate. Lula reconoció que hubo corrupción en la petrolera estatal, pero aseguró que todo se descubrió por la transparencia de su Gobierno (2003-2010).
El actual presidente de Brasil aprovechó el tramo final del debate para sacar a relucir la relación de Lula con presidentes latinoamericanos como el nigaragüense Daniel Ortega, el venezolano Nicolás Maduro, el colombiano Gustavo Petro o el argentino Alberto Fernández, a los que vincula con el comunismo.
El exsindicalista dijo que la situación política de Nicaragua le corresponde resolverla a los nicaragüenses, aunque dejó un recado para Daniel Ortega. “Si alguien se cree imprescindible, está naciendo un dictador. Pero si Ortega está equivocándose, que el pueblo nicaragüense lo castigue. Si Maduro está equivocándose, que el pueblo venezolano lo castigue”, dijo Lula.
Bolsonaro también trajo a colación el discurso del presidente colombiano Gustavo Petro en la ONU para defender la despenalización de la cocaína, vinculándolo con Lula, quien nunca se ha pronunciado a favor de la legalización de las drogas.
Los insultos marcaron la tónica del debate y sobresalieron por encima de las propuestas de gobierno. Lula llamó a Bolsonaro “pequeño dictadorcito”, “mentiroso” y “caradura”, mientras que el actual jefe de Estado dijo que su predecesor es “una vergüenza nacional” y un “ladrón”. El momento más tenso del debate fue cuando Bolsonaro se acercó a Lula y le palmeó el hombro, luego de que éste ironizara sobre el actual primer mandatario.
Los brasileños volverán a las urnas el próximo 30 de octubre para elegir entre Lula y Bolsonaro. En la primera vuelta de las elecciones, celebrada el pasado 2 de octubre, Lula fue el candidato más votado, con el 48,4 %, frente al 43,2 % de los sufragios que recibió Bolsonaro.