Una madre relató a la Agencia de noticias árabe Anadolu el horror vivido durante la reciente operación de las fuerzas estadounidenses en la provincia de Idlib en Siria. La mujer, quien no quiso dar su nombre por razones de seguridad, afirmó que estaba durmiendo cuando los soldados irrumpieron en su casa y que unas explosiones y disparos hicieron que las puertas y ventanas se rompieran.
”A través de un megáfono nos dijeron que saliéramos de la primera, segunda y tercera casa. ‘Si no sales en 10 minutos, destruiremos tu casa y morirás’ gritaron”, narró la madre. La mujer dijo que ella, su marido e hijos pasaron mucho miedo y que a su esposo lo pusieron boca abajo y le ataron las manos nada más salió de la casa. Relató que ella no quería salir de casa por temor a que le pasara algo a sus hijos y que, al no salir, dispararon cohetes contra su vivienda. ”Cuando salí, unas cuatro o cinco personas se abalanzaron sobre mí, me quitaron a los niños y me ataron las manos. Mientras tanto, comenzaron a preguntarnos sobre algunas personas. Nos interrogaron. Yo solo respondí con lo primero que se me ocurrió para que no se llevaran a mis hijos”, contó.
Según la mujer, entre los soldados estadounidenses había una persona que hablaba con acento iraquí. Ella y su familia fueron interrogados durante horas y no se les permitió ingresar a sus hogares. El corresponsal contactó a los testigos presenciales más cercanos de la operación llevada a cabo por Estados Unidos en la provincia de Idlib en el noroeste de Siria. La operación tuvo lugar después de la medianoche en la localidad de Atme, con el apoyo de un caza F-16 y un helicóptero.
De acuerdo con testimonios de la Defensa Civil siria, conocidos como los Cascos Blancos, 13 personas, incluidas seis niños, perdieron la vida durante la redada y los soldados estadounidenses se llevaron con vida a una de las personas que estaba en la casa. Estados Unidos no aclaró el nombre del objetivo, pero sí confirmó la operación, mientras que fuentes locales dijeron que el objetivo pudo haber sido uno de los cabecillas más buscados del grupo terrorista Daesh/ISIS. El portavoz del Departamento de Defensa (el Pentágono) de Estados Unidos, John Kirby, calificó de “exitosa” la operación. Por otra parte, según la agencia de noticias AP, un funcionario estadounidense dijo que uno de los helicópteros que participó en la operación se vio forzado a aterrizar por problemas técnicos y que posteriormente tuvo que ser destruido para que no cayese en manos del enemigo.
En las imágenes que la agencia pudo capturar, se observa que algunas de las paredes y el techo de la casa quedaron destruidos como consecuencia de los explosivos utilizados durante el allanamiento, la parte de la cocina se quemó, todo el mobiliario quedó destruido y se pueden apreciar rastros de sangre. Además, en las imágenes también se pueden observar los restos de la munición utilizada por los soldados estadounidenses.