Una estudiante de doctorado en psicología de California fue arrestada y acusada de matar al bebé recién nacido de su mejor amiga y de herir a su hermano gemelo en un hecho ocurrido en junio en Pensilvania, Estados Unidos. La acusada, Nicole Virzi, de 30 años, podría enfrentar la pena de muerte si es declarada culpable.
El crimen tuvo lugar en la casa de Savannah Roberts y Ethan Katz, en Pittsburgh, donde Virzi estaba cuidando a los gemelos de la pareja, León y Ari, de apenas seis semanas de edad. Según las autoridades, Virzi habría aplastado el cráneo de León mientras lo cuidaba, causando su muerte. Al mismo tiempo, se le acusa de haber infligido lesiones graves a Ari, el hermano gemelo de León.
La mujer que estaba al cuidado de los gemelos llamó a la pareja para que vuelvan porque según ella se percató de que Ari tenía heridas, por lo que los padres la llevaron a la guardia médica. Sola en la casa con León habría ocurrido el crimen. La acusada afirmó que León se había caído de su hamaca mientras ella preparaba una mamadera, pero la policía cuestionó la veracidad de su versión, ya que las heridas del bebé eran demasiado graves para haber sido causadas por una caída desde menos de 50 centímetros de altura.
La autopsia reveló que León murió a causa de un traumatismo contundente en la cabeza, y una tomografía computarizada mostró una fractura de cráneo severa en el lado izquierdo, junto con múltiples hemorragias cerebrales. Por su parte, Ari presentaba rasguños, moretones y lesiones los genitales que, según los peritos forenses, fueron el resultado de “abuso infantil”.
Virzi, quien fue la que alertó a los padres sobre las lesiones de Ari, ahora está acusada de homicidio, agresión agravada y torturas. Su abogado, David Shrager, afirmó que su clienta está “absolutamente devastada” por la muerte de León y mantiene su inocencia. “Eran amigos muy cercanos”, dijo el letrado.
En cuanto a las posibles consecuencias legales, los fiscales de Pensilvania indicaron que podrían buscar la pena de muerte para Virzi. Actualmente, no hay ninguna mujer en el corredor de la muerte en ese estado, y no se ha ejecutado a nadie desde 1999. El exgobernador Tom Wolf declaró una moratoria a las ejecuciones en 2015, y el actual gobernador, Josh Shapiro, se comprometió a no firmar ninguna orden de ejecución durante su mandato.
Desde el año 1900, Pensilvania ejecutó a dos mujeres: Irene Schroeder en 1931 y Corrine Sykes en 1946.