El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania instó este miércoles a sus ciudadanos en Rusia que abandonen “inmediatamente” ese país debido a que una posible invasión rusa del territorio ucraniano podría reducir su capacidad para proporcionar servicios consulares. El aviso se emitió “debido al aumento de la agresión rusa contra Ucrania que, entre otras cosas, puede conducir a una restricción significativa en la capacidad de brindar asistencia consular” a los ucranianos en Rusia.
La entidad, mediante un comunicado de prensa, además les pidió a los ciudadanos ucranianos que se abstengan de viajar a Rusia. “Enfatizamos que ignorar estas recomendaciones complicará de manera importante la capacidad de garantizar la protección adecuada de los ciudadanos ucranianos en la Federación Rusa”, agregó. Durante un discurso, el lunes por la noche, Putin anunció el reconocimiento de las regiones separatistas ucranianas de Lugansk y Donetsk, atacó a los Gobiernos de Ucrania y Estados Unidos y acusó a Occidente de ignorar las principales preocupaciones de seguridad de Moscú.
Posteriormente, ordenó el despliegue de tropas rusas para “mantener la paz” en las regiones separatistas. Los anuncios causaron una condena a nivel mundial por violar la Carta de la ONU y el derecho internacional. Además, los países occidentales prometieron imponer sanciones nuevas y severas. En 2014, tras invadir la península ucraniana de Crimea, Moscú comenzó a apoyar a las fuerzas separatistas en el este de Ucrania contra el Gobierno central, una política que ha mantenido durante los últimos siete años.
El conflicto causado ha cobrado más de 13.000 vidas, según la ONU. Rusia ha acumulado unos 100.000 soldados y equipos pesados en y alrededor de su vecino, por lo que Estados Unidos y los países occidentales lo acusan de preparar el escenario para una invasión de Ucrania. Rusia ha negado que esté preparando una invasión y, en cambio, afirma que los países occidentales socavaron su seguridad a través de la expansión de la OTAN hacia sus fronteras. A esto se le suman durante las últimas semanas distintos atentados que, según informes de servicios de inteligencia, podrían haber sido de “falsa bandera” organizados y perpetrados por EE.UU. y la OTAN para empujar a la situación actual.