Este viernes, Gabriel Boric asumirá como presidente de Chile con un gabinete con mayoría de mujeres (14 de 24), un promedio de edad de 49 años y muchos independientes.
Según destaca Télam, una semana antes de asumir, el hombre de 36 años llamó a tomarse en serio al movimiento feminista y afirmó que el suyo será un “gobierno feminista”.
“El ser un Gobierno feminista significa cambiar la manera en la cual nos relacionamos, con la cual vemos el mundo, que ha estado durante demasiados siglos contada por hombres”, aseguró.
Es así como el presidente electo anunció que en su comité político estará, por primera vez en Chile, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana.
Otro hecho inédito será el nombramiento de Izkia Siches como la primera mujer al frente del Ministerio del Interior.
Siches, independiente y médica cirujana de la Universidad de Chile, de 35 años, se convirtió en 2017 en la primera mujer en alcanzar la presidencia del Colegio Médico, desde donde tuvo una activa participación en la lucha contra la pandemia de Covid-19.
En la cartera de Hacienda, que controla la “billetera” del país, estará el extitular del Banco Central Mario Marcel (62), independiente, quien anteriormente ocupó diversas funciones en los gobiernos de centro izquierda, entre 1990 y 2008, y era el preferido para los mercados, que ven en su nombramiento un gesto de moderación en las reformas económicas que busca implantar el próximo presidente.
La encargada de enfrentar a la prensa casi diariamente será la exdirigente estudiantil y exdiputada comunista Camila Vallejo, quien con 33 años será la ministra Secretaria General de Gobierno (vocera), luego de ser parlamentaria por ocho años y presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (2010-2011).
Giorgio Jackson, uno de los compañeros de lucha estudiantil de Boric en 2006, que estuvo a su lado durante toda la campaña presidencial, estará a cargo del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, encargado de las relaciones con el Parlamento.
Vallejo y Jackson fueron compañeros de Boric en las marchas estudiantiles de 2011 en busca de “educación pública, gratuita y de calidad” y fueron diputados de la denominada “bancada estudiantil” desde 2014 hasta la fecha.
Antonia Orellana, periodista de la Universidad de Chile y una de las fundadoras de Convergencia Social, el partido de Boric, asumirá como ministra de la Mujer. Será, a su vez, la más joven del gabinete, con 32 años.
En el gabinete también figura la legisladora socialista (centroizquierda) Maya Fernández, nieta del expresidente Salvador Allende (1970-1973), que será ministra de Defensa.
Más allá del peso histórico, su inclusión es un gesto hacia la antigua Concertación, compuesta por el Partido Socialista (PS), el Partido por la Democracia (PPD), Democracia Cristiana (DC) y el Partido Radical (PR), que no respaldaron a Boric en la primera vuelta, pero cuyo apoyo será fundamental para el nuevo presidente en un Parlamento altamente fragmentado y sin mayorías, de cara a tener gobernabilidad y unidad en su Gobierno.
El socialista Carlos Montes en Vivienda y Urbanismo y la radical Marcela Hernando en Minería son los otros dos ministros que provienen de la antigua Concertación.
En la Cancillería estará Antonia Urrejola, expresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), también independiente pero cercana al socialismo.
María Begoña Yarza, médica cirujana de la Universidad de Chile y también independiente, quedará a cargo del Ministerio de Salud con el gran objetivo de mitigar los efectos de la pandemia de coronavirus.
Mario Ávila va a ser el titular de Educación, en lo que Boric destacó como “la primera vez que un profesor” llevará los mandos de esa cartera.
En el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo estará Nicolás Grau; en Desarrollo Social y Familia, Jeanette Vega; en Trabajo y Previsión Social, Jeanette Jara; Juan Carlos García en Obras Públicas; Claudio Huepe en Energía; Marisa Rojas en Medioambiente; Alexandra Benado en el de Deportes; entre otras designaciones.
Con este gabinete Boric busca conseguir gobernabilidad en su mandato, que estará marcado por “recuperar la economía” y su compromiso con la Convención Constituyente,que está delineando la futura Carta Magna que reemplazará la actual, vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
