El mundo del entretenimiento se encuentra consternado por la noticia del trágico fallecimiento de Charlie Newling, una de las estrellas del reality show “The Bachelorette”, quien perdió la vida a los 36 años en un fatal accidente automovilístico. Newling participó en la edición de 2018 del programa.
El fatídico incidente tuvo lugar en Dover Heights, una zona al este de Sídney, Australia, donde el vehículo de Charlie se desbarrancó en los acantilados. Vecinos del área alertaron a las autoridades al descubrir el automóvil en llamas al pie de un acantilado de aproximadamente 70 metros de altura, según informó el Daily Mail.
A pesar de los esfuerzos desesperados de los rescatistas por reanimarlo, Charlie Newling fue declarado fallecido en el lugar. La policía local ha señalado que, aunque se espera el informe completo del cuerpo forense, en principio no se sospecha de ningún elemento externo en su trágica muerte, todo apunta a un accidente lamentable.
El joven había experimentado un importante cambio en su vida hace tan solo ocho semanas, cuando se convirtió en padre junto a Kristal Taylor. Además, ya era padre de un niño de 13 años, fruto de una relación anterior. Estos eventos personales se entrelazaron con sus desafíos personales, lo que generó una preocupación creciente en su entorno.
Los demonios de Charlie Newling
La trágica muerte de Charlie Newling, conocido por su participación en el reality show “The Bachelorette”, ha llevado a la luz aspectos oscuros de su vida personal que incluyen luchas con adicciones y problemas de salud mental.
Charlie enfrentó dificultades para lidiar con la reacción violenta y la publicidad negativa que surgieron después de su aparición en el reality de búsqueda de pareja. Como resultado, recurrió a las drogas, específicamente a la metanfetamina, como una forma de escape. Un amigo declaró al Daily Mail Australia: “El demonio de Charlie era la metanfetamina hace unos años. Por eso dijo que el cableado de su cerebro estaba estropeado”.
Sin embargo, en el año 2020, Newling tomó la decisión de dejar la metanfetamina y se trasladó a Queensland en busca de un nuevo comienzo. Allí, se encontró con su compañera, Kristal Taylor. Parecía que las cosas estaban mejorando para él, pero sus demonios personales lo alcanzaron cuando la pareja regresó a Sídney en 2021.
La convivencia en el este de Sídney agravó sus problemas, ya que se vio envuelto en un comportamiento fuera de control debido al abuso de alcohol y medicamentos recetados. La situación llegó a tal punto que en 2022, Charlie Newling ingresó en una clínica de rehabilitación en un esfuerzo por superar sus adicciones.
Amigos y familiares fueron testigos del deterioro de su salud mental y de su alarmante consumo de alcohol en los últimos años. Un amigo cercano afirmó: “Su mayor adicción era el alcohol”.
Se ha revelado que en 2022 se llamó a la policía de Nueva Gales del Sur en relación a un incidente que involucró a Newling y que se sospechaba que implicaba un intento de autolesión, lo que subraya la gravedad de sus luchas personales.