Un hombre en Michigan, Estados Unidos, fue hallado muerto en la playa junto a su bote, a días de cobrar un gran premio de lotería. El difunto tenía el billete de la lotería en su bolsillo y ahora los peritos investigan si se trató en un homicidio. En tanto, su familia cobró el premio.
La víctima fue identificada como Gregory Jarvis, de 57 años, y había ganado 45.000 dólares, pero cuando fue a reclamar el premio hubo un fallo en su tarjeta de la Seguridad Social que le impidió cobrar las ganancias.
Ocurre que la Comisión de Lotería de Michigan tiene normas muy estrictas respecto a los cobros, por ejemplo, los ganadores de más de 600 dólares tienen que presentar una identificación con foto y una copia física de su tarjeta de la Seguridad Social para cobrar el premio.
Pero Jarvis había perdido su tarjeta de la Seguridad Social y estaba a la espera de que le llegara una nueva, para entonces poder cobrar su premio. Toda la sospecha comenzó luego de que el hombre faltara dos días al trabajo.
La policía recurrió a su domicilio y no dio con él. En paralelo a ello, un transeúnte dio aviso a las autoridades de que vio un cuerpo mientras paseaba por la playa de la bahía de Saginaw. Rápidamente los agentes fueron al lugar y dieron con que se trataba de Gregory.
Tras el hallazgo, los agentes empezaron una investigación para descartar que el premio estuviera relacionado con su muerte.
Por su parte, la autopsia confirmó que la causa de la muerte había sido ahogamiento y que tenía lesiones compatibles con un golpe en la cabeza: “Creemos que estaba atando su bote, se resbaló y cayó, se golpeó la cabeza y terminó en el agua; no se sospecha que haya crimen”, aseguraba Kyle Romzek, jefe de la policía de Caseville, a los medios locales.
Jarvis planeaba utilizar el dinero para ir a visitar a su padre y a su hermana en Carolina del Norte, pero ahora es su familia la que ahora dispone del poder del boleto ganador que pronto podrán canjear.