El pasado jueves la policía ferroviaria de India anunció que encontraron un cadáver encerrado en el baño de un tren. El mismo viajó 900 kilómetros sin ser detectado, hasta que los pasajeros decidieron alertar a las autoridades por el mal olor proveniente de la habitación.
Ram Sahay, oficial de la policía ferroviaria, comentó que debieron derribar la puerta del baño luego de que un grupo de pasajeros denunciara el fuerte olor. Se presume que el hombre subió al tren cuando estaba parado, “unos dos o tres días antes de que partiera” de Bihar, y murió en el lugar luego de trabar la puerta.
El tren salió del estado de Bihar, ubicado al noreste del país, y emprendió viaje hasta el estado de Uttar Pradesh. El hallazgo del cuerpo se realizó después de 24 horas de emprender el recorrido. El viaje total es de 35 horas.
Además, Sahay informó que aún no tienen información sobre la identidad del hombre, pero que se encuentran distribuyendo afiches con imágenes de él para dar con sus familiares o amigos.
Un médico del hospital ferroviario, Sanjay Ray, en dialogo con el medio “Times of India”, informó sobre la causa de muerte: “murió después de que cayó en un posible coma”.
Este caso se suma a un fenómeno común en India.
En el país asiático se reportan regularmente decenas de miles de cadáveres que quedan sin identificar o reclamar. La causa de muerte es de diversa índole y, en algunos casos, se les da una sepultura delimitada. Esto es en caso de que exista la posibilidad de que familiares pidan un exámen de ADN.
En otros casos, si no son reclamados en el plazo de tres días, la policía procede a cremar los cuerpos.