Kiska, la orca que fue conocida en todo el mundo como “la más triste y solitaria” de su especie, murió ayer a los 47 años. El deceso fue comunicado por MarineLand, parque acuático canadiense que la mantenía en cautiverio solitario desde hace 11 años. El animal se encontraba en constante observación por parte de los trabajadores debido a preocupaciones por su estado de salud.
Cientos de activistas anti cautiverio reportaban sobre el estado en el que el parque MarineLand, ubicado en la ciudad de Ontario, mantenía a Kiska. El cetáceo fue capturado en 1979 y sobrevivió a todos sus compañeros acuáticos. En los últimos 11 años, se encontraba en un tanque pequeño de concreto.
Phil Demers, o @walruswhisperer en Twitter, trabajó por un tiempo en el parque y era quien reportaba sobre el estado de salud y las condiciones de encierro de la orca. Desde el pasado 6 de febrero, compartía en la red social vídeos en los que se podía ver a la solitaria Kiska nadando en círculos. Otros activistas calificaron su encierro como “equivalente a la tortura”.
En un registro publicado el 9 de septiembre en Youtube por UrgenSeas, se puede ver a la orca golpeando su cabeza contra una de las paredes del tanque, en un claro y desesperado intento por liberarse del forzado encierro. Las imágenes conmocionaron a quienes lograron ver el visual, por lo que días más tarde se inició una petición de liberación de Kiska a través del hashtag #FreeKiska.
“Este video fue tomado el 4 de septiembre de 2021. Entonces, los activistas anti-cautiverio ingresaron a MarineLand y observaron a Kiska, su última orca sobreviviente, golpeando su cabeza contra la pared. Míralo y compártelo. Esta crueldad debe terminar”, escribió Demers al momento de difundir el vídeo en sus redes.
LA VIDA DE KISKA, LA ORCA MÁS TRISTE DEL MUNDO
Tanto el portal TMZ como MarineLand informaron que la orca murió ayer a sus 47 años. En un comunicado oficial, el parque informó: “El equipo de cuidado de mamíferos marinos y los expertos de MarineLand hicieron todo lo posible para apoyar la comodidad de Kiska y llorarán su pérdida”.
El cetáceo fue capturado en 1979, cuando nadaba en las costas de Islandia, donde nació tan solo 3 años antes. A partir de ese momento, pasó sus primeros años de cautiverio junto a Keiko, la única orca que fue devuelta a su hábitat natural y murió en 2003, después de su aparición como Willy en la reconocida película “Liberen a Willy”.
Durante sus años de cautividad, Kiska dio a luz a cinco orcas. Estas perdieron trágicamente la vida a muy corta edad. Por ello, desde 2011 a Kiska se la conoce como la orca “más triste del mundo” puesto que la han mantenido en solitario por más de una década.
“Por más de 40 años ha sufrido la pérdida de su libertad, de sus bebés y todos sus compañeros de tanque. Durante los últimos 10 años, ha estado en completo aislamiento social de otros de su clase. Esto es lo que le ha hecho su soledad y su cautiverio”, denunció la organización Orca Rescues Foundation.