Ndakasi, la gorila de montaña que se hizo famosa por posar para una selfie con un guardabosques en el Parque Nacional Virunga en la República Democrática del Congo, murió después de una larga enfermedad.
“Es con una profunda tristeza que Virunga anuncia la muerte de la amada gorila de montaña huérfana, Ndakasi, que estuvo bajo el cuidado del Centro Senkwekwe del parque durante más de una década’', informó el parque en un comunicado esta semana.
“Ndakasi dio su último aliento en los amorosos brazos de su cuidador y amigo de toda la vida, Andre Bauma’', explicaron.
La gorila murió el 26 de septiembre luego de una enfermedad prolongada y poco después de que su condición se deterioró rápidamente.
Ndakasi tenía solo dos meses cuando los guardabosques la encontraron aferrada al cuerpo sin vida de su madre, que había sido abatida a tiros por milicianos armados en 2007.
Bauma la consoló esa primera noche abrazándola contra su pecho y continuó cuidándola desde entonces. Fue trasladada al Centro Senkwekwe después de su creación en 2009 y vivía con otros gorilas de montaña huérfanos que se consideraban demasiado vulnerables para regresar a la naturaleza.
Su historia apareció en programas y en el documental “Virunga’', y ganó fama en internet en 2019 por una foto que la mostraba de pie junto con otro gorila, Ndeze, y un guardabosques en primer plano tomando la foto.
“Fue un privilegio apoyar y cuidar a una criatura tan amorosa’', dijo Bauma en un comunicado. “Fue la naturaleza dulce y la inteligencia de Ndakasi lo que me ayudó a comprender la conexión entre los humanos y los grandes simios y por qué deberíamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para protegerlos’', agregó.
“La amaba como a una niña y su personalidad alegre me hacía sonreír cada vez que interactuaba con ella’', dijo.
El Parque Nacional Virunga, en el este del Congo, es el hogar de algunos de los últimos gorilas de montaña del mundo. Las vecinas Ruanda y Uganda también tienen algunos gorilas de montaña. Juntos, los tres países tienen una población de más de 1.000.
Casi 700 guardabosques en el parque Virunga arriesgan sus vidas para proteger la vida silvestre en una región que ha sido testigo de más de dos décadas de conflicto armado e inestabilidad.