Los restos del enorme cohete chino Long March 5B está fuera de control y caerá en un lugar de la Tierra durante la próxima semana, según el Comando Espacial de Estados Unidos. El Long March 5B tiene una longitud de 33 metros y un diámetro de 5 metros.
Este gigante asiático ha sido responsable de otras dos pérdidas de órbita sin control en los últimos tres años. Esta vez, el problema es que es que su enorme primera etapa queda en órbita terrestre varios días luego del lanzamiento y no hace una reentrada inmediata como suele suceder.
La masa del cohete en su despegue es de unas 187 toneladas, sin embargo una vez en órbita se queda en su “peso seco” que es aproximadamente de 22 toneladas.
El astrónomo Jonathan McDowell del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian dijo en un tweet que espera que el artefacto vuelva a entrar en la atmósfera de la Tierra en una semana o diez días.
Predicciones sobre la caída el cohete
Los ingenieros afirman que el cohete no tiene un giro controlado ni tampoco saben cuál es el grado de resistencia a la atmósfera que puede soportar. Si bien se sabe su masa y su peso, es complicado saber con precisión dónde y cuándo caerá.
Sin embargo, a medida que pasen los días la predicción podrá ser más precisa y se irá afinando a medida que siga su trayectoria, por lo que el margen de error irá disminuyendo.
Generalmente, la mayoría de las agencias espaciales hacen una reentrada controlada de sus primeras etapas luego del lanzamiento, en donde encienden durante unos instantes los motores para dirigir la caída hacia un lugar seguro, alrededor de lo que laman “Punto Nemo” en el océano Pacífico.
Sin embargo, la Agencia Espacial China no sigue estos protocolos y deja a su suerte la etapa central de este cohete.
Long March 5B
El Long March 5B despegó el 24 de junio a las 2:22, hora de Pekín, del Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang en Hainan. Sobre el cohete se acopló el laboratorio Wentian, de 22 toneladas, creando una estación espacial en forma de T.
Probabilidades y riesgos
Este tipo de caídas descontroladas representan un riesgo mínimo para los humanos, sin embargo, es una situación totalmente evitable, ya que la industria espacial, por lo general, se encarga de efectuar reingresos controlados, según explica el profesor Michael Byers de la Universidad de Columbia Británica.
Las probabilidades de que los desechos caigan en una ciudad son excepcionalmente bajas, pero el riesgo para la vida humana y la propiedad existe. Según una investigación publicada a principios de este mes, la chance de que alguien muera o resulte herido por la caída de piezas de cohetes aumentará al 10% en la próxima década, según informa Clarín.