Un hombre halló unas reliquias de oro y plata pertenencientes a la Edad Media, mientras pasaba un detector de metales casi amateur en una localidad llamada Hoogwoud, en el norte de Holanda.
En cuanto Lorenzo Ruijter, de 27 años, escuhó los ruidos del detector, el descubridor se puso a excavar y pensó que se trataba de un frasco de dulce viejo o algo similar. No obstante, se trataba de joyas y monedas antiguas.
Si bien el hallazgo había sido realizado en 2021, recién en las últimas horas el Museo Nacional de Antigüedades de ese país confirmó que tras una batería de estudios y analisis pudieron determinar que se trataba de un tesoro y lo calificaron como “muy raro”.
Según ampliaron desde el Museo, el hallazgo consta de cuatro colgantes de oro decorados en forma de luna creciente, junto con dos piezas de pan de oro que encajan entre sí y 39 pequeñas monedas de plata.
Las joyas probablemente datan del siglo XI y, por lo tanto, tienen unos diez siglos. Las monedas son dos siglos más jóvenes, del siglo XIII. El Museo Nacional de Antigüedades, donde se exhibe el tesoro, cree que tanto las joyas como las monedas fueron enterradas juntas.
Ruijtercon es estudiante de historia y, a menudo, realiza investigaciones con su detector de metales.
Él mismo sospecha que su conocimiento histórico de West Friesland, la región de Holanda donde concretó su hallazgo, lo llevó al lugar correcto. “Creo que es una combinación de azar, instinto e investigación”, confesó a NH Nieuws .
“Era el final del día, en realidad estaba cansado y quería irme a casa. Entonces el detector se disparó, lo desenterré y luego tenía algo de oro en mis manos”, recuerda sobre el momento del hallazgo.
“Al principio pensé que era un trozo de un tarro de mermelada. Luego lo limpié y vi todo tipo de grabados. En ese momento temblé de la adrenalina. Con manos temblorosas levanté esa cosa”, afirmó Ruijter.
“Este hallazgo no solo es importante para Hoogwoud, sino que tiene importancia nacional e incluso internacional”, sostuvo la curadora Annemarieke Willemsen del Museo Nacional de Antigüedades. “Es muy raro que se encuentren joyas de esta época”.
La joya está decorada por un lado y tiene frágiles soportes de suspensión. “En las imágenes de esa época se puede ver que este tipo de aretes en forma de luna creciente los usaban las damas en las orejas, posiblemente colgando de una banda en la cabeza”, dijo Willemsen.
Sobre el lugar exacto en que se concretó el hallazgo, Ruijter no quiso decir nada. Según él, tiene un feo recuerdo de cuando tiempo atrás fue anunciado el descubrimiento de un tesoro nazi en la región de de Ommeren, y como el lugar se llenó de buscadores de tesoros sin permisos que inundaron el lugar. “Aquello fue un desastre. Prefiero no ver eso en Hoogwoud”, se justificó el futuro historiador.