Con el 76,54% de las mesas escrutadas, el Servicio Electoral (Servel) de Chile informó que en el plebiscito de este domingo se impuso ampliamente la aprobación para reformar la Constitución.
De esta forma, los chilenos podrán redactar una nueva carta magna y dejar atrás la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con el fin de incluir mayores reivindicaciones políticas, sociales y económicas.
Tanto en Chile como el extranjero, los resultados eran a las 22.20 los siguientes: 78,12% para el “apruebo” y 21,88% para el “rechazo”.
Asimismo, los ciudadanos se inclinaron en mayoría por una Convención Constitucional (79,10%) por sobre una Convención Mixta Constitucional (20,90%), según los datos preliminares. Estaban habilitados más de 14,7 millones de chilenos, aunque la participación en el vecino país es voluntaria.
Las mesas de votación para el histórico plebiscito constitucional de Chile cerraron a las 20 locales tras 12 horas de funcionamiento este domingo, en un proceso electoral que surgió como respuesta a las masivas protestas sociales que estallaron hace un año.
Los chilenos salieron a votar en masa en una jornada en la que se vieron largas filas de votantes en los centros electorales, y por la tarde comenzaron a llegar manifestantes a la céntrica plaza Italia de Santiago, con el propósito de celebrar los resultados históricos.
Un millar de personas comenzó a congregarse en este lugar, epicentro de las manifestaciones durante este año, una hora antes del cierre de las mesas.
La jornada electoral transcurrió sin mayores contratiempos y se extendió dos horas más de lo habitual debido a las medidas tomadas para evitar los contagios de coronavirus, que en Chile sumaban este domingo más de 502.000 contagios y casi 14.000 fallecidos desde el primer caso reportado en el país el 3 de marzo.
Tal como se concretó, las encuestas previas daban un amplio favoritismo a la opción “apruebo” al cambio de la Constitución que se mantiene como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), señalada como el origen de las desigualdades sociales que motivaron las protestas surgidas en octubre del año pasado.
La carta fundamental ha regido en los 30 años de democracia, con varias modificaciones.