El 4 de julio se celebró el Día de la Independencia de Estados Unidos, es por eso que, aprovechando los festejos, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció en defensa del activista Julian Assange, de quien se espera su extradición al mencionado país, en donde será juzgado.
AMLO propuso que, en caso de que Assange fuera condenado a la pena máxima en el país del norte, se debería iniciar una campaña para desmontar la Estatua de la Libertad ya que “ya no es símbolo de libertad”.
En su conferencia “mañanera”, López Obrador aseguró que tratará este tema con su homólogo, Joe Biden, con quien se reunirá la próxima semana en Washington.
“Hay que empezar con la campaña si lo llevan a Estados Unidos y lo condenan a pena máxima y a morir en prisión, hay que empezar la campaña de que se desmonte la Estatua de la Libertad que entregaron los franceses y está en Nueva York, porque ya no es símbolo de libertad”.
El Presidente planteó que la prensa a nivel mundial debería organizarse para exigir un indulto al creador de WikiLeaks, pues “si no lo hacen, van a quedar manchados” y recordó que gracias a estos archivos se revelaron documentos sobre el fraude electoral de 2006 en México.
“Pero, además, cuando se dio a conocer esta información participaron varios medios, se pusieron de acuerdo en el mundo para dar a conocer toda la información, porque consideraron que era un aporte a la defensa de los derechos humanos, a la libertad de expresión, para no continuar con el doble discurso, con las mentiras, con estar declarando una cosa y haciendo otra. Entonces, ahora lo dejan solo”, reprochó.
Ante las críticas de algunos sacerdotes católicos a su estrategia de seguridad, el jefe del Ejecutivo ofreció “amor y paz”, pero aseveró que “hay una mano negra” de sus adversarios, que busca “echarnos encima” a la Iglesia.
“Los adversarios nuestros, como no han podido imponerse, ahora están queriendo que nosotros entremos a una polémica con las Iglesias. No hablando de lo mismo: amor y paz. Nos identificamos muy bien con el Papa Francisco y también tenemos muy buenas relaciones con pastores, con ministros de otras Iglesias, pero ya estoy viendo la mano negra de los conservadores que quieren echarnos encima a las Iglesias. No, que nadie se confunda”, refirió.
Al reiterar que el dirigente social que más admira es Jesucristo por su entrega a favor de los pobres, aseguró que un obispo o un sacerdote no puede decir que la violencia se debe de responder con violencia, pues es “anticristiano y antirreligioso”.
“Lo que estamos atendiendo son las causas de la violencia. No se hacía así, era el predominio de las medidas coercitivas, el uso de la fuerza, eso era lo que se ponía por delante y eso, regresando al Papa, es antirreligioso, todo lo que tiene que ver con la violencia”, remarcó el mandatario.