La decisión del Tribunal Constitucional polaco de primar las leyes del país por sobre de las europeas produce una crisis que abre la puerta a un posible ‘Polexit’. Varsovia descarta seguir el mismo camino que el Reino Unido, mientras que Bruselas estudia sanciones y una denuncia para frenar la sentencia polaca.
Cabe destacar que Polonia es uno de los países más dependientes de las ayudas europeas: cerca de un 60% de la inversión pública polaca se cubre con esos fondos estructurales, según cifras de la Comisión Europea, mientras que el Reino Unido, por poner un ejemplo, era un contribuyente neto al presupuesto europeo.
Fue a petición del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, que el Constitucional dictaminó la primacía del derecho nacional por encima del europeo, un golpe que desafía la soberanía de la UE. Y esa petición se debió a la sucesión de “golpes” que el Tribunal de Justicia europeo ha lanzado a Varsovia por polémicas reformas como el régimen disciplinario a los jueces, que socava su independencia, y por crecientes problemas como el deterioro de la libertad de prensa o la criminalización de los homosexuales.
Según palabras compartidas por el diario El País de España, el jurista Miguel Poiares, ex abogado general del TJUE y exministro de Portugal declaró: “Polonia difícilmente puede sobrevivir sin los fondos”. Las herramientas europeas, dice, “van a poner una inmensa presión sobre Polonia”, por lo que Poiares prevé dos posibles escenarios. O bien Varsovia toma definitivamente la puerta de salida o bien “irónicamente” sucede justo lo contrario: “Van a tener que cambiar la Constitución polaca y acabará siendo una confirmación de la primacía del derecho de la UE”.