A raíz de la pandemia de coronavirus los organizadores de los eventos más emblemáticos del mundo se han visto obligados a cancelar estas celebraciones.
Como es el caso la ciudad de Río de Janeiro que en el mes de julio anunció la cancelación del tradicional festejo de fuegos artificiales de Año Nuevo, una de las atracciones turísticas de Brasil más famosas del mundo, que reúne a más de dos millones de personas en la playa de Copacabana.
Con la decisión sobre la fiesta popular de Año Nuevo, Río de Janeiro siguió a San Pablo, que había determinado la cancelación de las celebraciones con fuegos y recitales en la avenida Paulista.
San Pablo anunció también que pospondrá los desfiles y fiestas callejeras del Carnaval, mientras que canceló la programación de la famosa Parada LGBTQ+, la mayor del mundo, y de la Marcha Por Jesús, mayor evento evangelista de América Latina.
Por otro lado y por primera ven en más de un siglo, la organización del evento anual de Año Nuevo en la plaza Times Square, en Nueva York, Estados Unidos, anunció que debido a la pandemia del coronavirus la tradicional caída de la bola y el conteo antes de que acabe el 2020 se hará de manera virtual.
Aunque habrá algunos eventos presenciales con límite de personas, los cuales aún se hallan en la fase de planeación, la intención es evitar que la gente acuda masivamente y que prefiera quedarse en sus casas viendo los festejos de fin de año. La Times Square Alliance alentó en su página de internet: “Te traeremos la fiesta de la caída de la bola digitalmente y hasta donde estés”.
La empresa Jamestown, dedicada a bienes raíces y que actualmente es la propietaria del edificio One Times Square, desarrolló una aplicación gratuita que transmitirá el evento de este año, dijeron los organizadores.
Un pequeño número de invitados de honor, junto con algunos medios de comunicación, asistirán en persona para reflexionar sobre el que quizás sea el tema que acaparará las discusiones al final del año: “los desafíos e inspiraciones del 2020”.
